El museo Balenciaga ya tiene solución: AV62 arquitectos

El polémico museo Balenciaga ya tiene padres: son Toño Foraster y Victoria Garriga y forman el despacho AV62 arquitectos. El proyecto de este equipo ha ganado el concurso para realizar el interiorismo del edificio frente a otros cinco estudios. Su trabajo, que estructura el museo, se basa en integrar el palacio Aldamar de Guetaria con su ampliación que, acometida por el arquitecto cubano Julián Argilagos -amigo del ex presidente de la fundación Balenciaga y ex alcalde de Guetaria-, nunca fue terminada ya que Argilagos fue despedido tras conocerse irregularidades en la gestión de las obras y de la fundación.

Vista de la tienda.

Ahora es este despacho de arquitectos, elegido por la revista Wallpaper como uno de los 101 equipos de arquitectura más prometedores a nivel internacional en el 2007, el que debe culminar el que será el primer museo dedicado a un creador de alta costura. El proyecto, como explican los arquitectos, es lo suficientemente fuerte como para "conciliar el entorno de emplazamiento, el edifico proyectado y los contenidos expositivos". Necesidad fundamental para este museo ya que la ampliación realizada por Argilagos no dotó al futuro museo de unidad sino al contrario. Realizada como un anexo a una antigua casona de piedra, el cubano proyectó un rectángulo inmaterial y transparente.

Es por eso que el nuevo proyecto tratará de dar coherencia al museo. Para ello los arquitectos han decidido que la fachada principal, con la entrada, pase a ser un elemento mucho más neutro disimulando la excesiva presencia de la ampliación. La puerta emulará a una lujosa tela roja que permite entrar al edificio a través de sus pliegues. En el interior un gran vestíbulo en el que una grieta une la ampliación con el edificio antiguo.

Entrada al museo.

Y el proyecto no acaba aquí: los espacios expositivos no son ajenos a lo que en ellos se expondrá, sino que el concepto museístico ha sido una parte importante del proyecto. También lo han sido el grafismo, elemento fundamental para Toño Foraster y Victoria Garriga, y el paisajismo que incorpora vegetación que cubrirá muros de carga y cristaleras. "Todo debe estar cuidado e integrado en un espacio dedicado a una persona que empleó su vida en construir y depurar un nuevo concepto de la belleza a partir de la moda femenina", explican los arquitectos en su proyecto.

Éstas son algunas de las guías que culminarán un museo al que ha acompañado la polémica desde que se conocieron ciertas irregularidades atribuidas a Mario Camio, ex gerente de la sociedad Berroeta Aldamar -encargada de la construcción del museo- que está siendo investigado por la fiscalía de San Sebastián por falsificar documentos, duplicar contratos y realizar movimientos financieros irregulares. Y éste no es el único escándalo que ha rodeado al museo. La desaparición de varias piezas de los fondos de la fundación, entre las que había guantes, medias y bocetos originales de Balenciaga, que fueron entregados a esposas de cargos del PNV por el mismo Camio, también ex presidente de la Fundación Balenciaga, acabó de dejar patentes las deficiencias de gestión y de control sobre el museo.

Entre tanto lío, Argilagos, a quien se responsabiliza de haber cobrado por trabajos inacabados, entre otras cosas, y que ya había demostrado su desmesura y su poco conocimiento del medio en el que pretende edificar sus proyectos -valga para muestra el proyecto al museo Paco Rabanne en Pasajes-, dejó el proyecto inacabado al ser despedido.

Por eso, ahora, una de las bazas de los arquitectos que acometerán las obras ha sido su experiencia museística, tanto en el diseño de exposiciones (José Manuel Ballester y Roy Lichtenstein para el Reina Sofía o la exposición 'Toros', del museo de la Villa de Barcelona, que fue seleccionada para la exposición Scenographies d'Architectes) como en la edificación de museos y obra pública (han realizado el museo de Arte Rupestre Tito Bustillo en Ribadesella, o el museo Arqueológico de Cerdanyola).