Naufragio en el Amazonas es uno de los más graves de la historia de Brasil

Río de Janeiro.-  Los equipos de rescate recuperaron hoy dos cuerpos del Amazonas y elevaron a 17 el número de víctimas de uno de los peores naufragios fluviales de la historia de Brasil, que podría haber dejado hasta 50 desaparecidos desde el domingo.

Los balances de desaparecidos de la Marina y de los bomberos difieren sustancialmente y, puesto que la embarcación estaba en situación irregular, no existe una lista oficial de pasajeros que sirva para corroborar las informaciones.

Los bomberos afirmaron que todavía hay 50 personas desaparecidas y trabajan con el cálculo de que el navío transportaba a cerca de 110 jóvenes, que regresaban a la localidad brasileña de Manacapurú después de una fiesta en una localidad vecina.

Un vocero de la Marina explicó a Efe que unos cincuenta pasajeros fueron rescatados por lanchas que pasaban por el lugar, o que nadaron hasta la orilla del río.

Según los cálculos de la Marina, en la embarcación solo viajaban unas 80 personas, por lo que la lista de desaparecidos llegaría apenas a 13 personas.

Además, "no hay mucha gente reclamando la pérdida de familiares" en Manacapurú, según la misma fuente.

La Marina mantiene tres barcos en la zona, para apoyar al equipo de cerca de 50 buceadores de los bomberos, que rastrea en las profundas y cenagosas aguas del Amazonas desde el punto del accidente hasta Manaos, la capital del estado de Amazonas, situada a 50 millas náuticas río abajo.

En esa zona, las aguas del río más caudaloso del planeta viajan a una velocidad de cerca de 10 kilómetros por hora, por lo que podrían haber arrastrado a las víctimas muy lejos del lugar del naufragio, que fue causado por el sobrepeso de la embarcación, según los primeros estudios.

El "Comandante Sales", un barco de madera, tenía una capacidad para 50 personas, pero podría llevar hasta más del doble de pasajeros, que en su mayoría eran jóvenes de entre 16 y 21 años, informaron los bomberos.

Por el exceso de peso, el navío se escoró sobre uno de sus lados y se fue a pique hacia las 5.45 de la mañana del domingo.

La Marina reflotó hoy el navío y constató que no había cuerpos en su interior.

La embarcación, propiedad de Francisco Alves de Sales -fallecido en el naufragio-, no estaba registrada en la Capitanía de Puertos, por lo que carecía del permiso para navegar.

Unos 26.000 barcos están inscritos en la Capitanía Fluvial de la Amazonía Occidental, que abarca desde la frontera con Colombia y Perú hasta Manaos, y otros 5.000 circulan clandestinamente y sin pasar las revisiones de seguridad necesarias.

En muchos casos, como las autoridades creen que ocurrió en esta ocasión, se superan ampliamente los límites de capacidad de los pequeños botes de madera que son el principal medio de transporte entre las orillas de este gigantesco río, por el que viajan cinco millones de personas al mes, según datos oficiales.

La navegación no tiene apenas alternativas por la dificultad de construir carreteras en la frondosa selva tropical, que además se suele inundar en la época de lluvias.

Los accidentes de este tipo han sido recurrentes en los últimos años. Solo el año pasado se registraron 123 muertos en percances de barco en las aguas brasileñas.

A finales de febrero se registró otro grave accidente unos 150 kilómetros río abajo. Un barco de pasajeros se chocó con una barcaza para el transporte de mercancías pesadas y se fue a pique, en un hecho que causó 16 muertos, indicó la policía.