Aragón ultima los contenidos de su pabellón, basado en la relación territorio y agua

Zaragoza.-  A treinta y tres días de la inauguración oficial de la Exposición Internacional de 2008 Aragón ultima los contenidos del pabellón con el que pretende mostrar al mundo la histórica relación de su territorio con el agua y reflejar de forma fidedigna su propia identidad.

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(EFE)

Unos operarios trabajan en la fachada del Pabellón de Aragón de la Expo 2008 de Zaragoza.

Ubicado en la confluencia de las dos avenidas principales del recinto de la Expo, el edificio representa una gigantesca cesta de mimbre y cuenta con una plaza inferior o palenque cubierto, que ejemplifica la vocación de punto de encuentro del pabellón y en la que se han programado actos culturales.

El vicepresidente del Gobierno aragonés, José Ángel Biel, y el consejero de Política Territorial, Rogelio Silva, visitaron hoy el Pabellón de Aragón, un edificio que se asienta en una superficie de 2.500 metros cuadrados con sótano, planta baja, primera, segunda y terraza y un altura de 25 metros, la segunda mayor de la muestra tras la Torre del Agua.

El edificio está casi concluido y ahora se trabaja en los contenidos dentro de los plazos marcados y sin retrasos, dijo a los medios tras la visita la directora gerente del pabellón, Sara Alcázar, quien explicó que se pretende dar una imagen del Aragón del futuro, de una Comunidad "moderna" basada en la calidad.

Como objetivos fundamentales se aspira a despertar en el visitante de fuera el interés por conocer la Comunidad y en el autóctono que se reconozca e identifique con los contenidos que encuentre.

Los visitantes accederán directamente a la segunda planta, para apreciar la exposición "Aragón: agua y vida", que proporciona un conocimiento básico de la Comunidad a través de sus comarcas, agrupadas en cinco áreas naturales: Pirineo, Somontano pirenaico, Depresión del Ebro, Piedemonte Ibérico y Cordillera Ibérica.

Esta exposición prepara al espectador para la gran apuesta del pabellón: la sinfonía audiovisual de quince minutos "Aragón: agua y futuro", del cineasta aragonés Carlos Saura con la que se pretende que el visitante se sienta "envuelto" por Aragón.

El audiovisual se proyectará en la planta primera, espacio principal del edificio que destaca por su altura de once metros y en la que ya se han instalado las ocho pantallas gigantes, de doce metros de largo por siete de ancho, que recubren todas las paredes.

Las imágenes, de alta definición, se reflejarán también en los prismas de la arquitectura del pabellón, cubiertos de láminas reflectantes.

Ya está también instalado el trazado del llamado Río de la Cultura, de cien metros de longitud, que nace de unas grandes piedras y que discurre entre cantos rodados y el suelo negro, vitrificado, y que en cinco puntos produce unos embalses sobre los que también se proyectan imágenes.

El vicepresidente aragonés, José Ángel Biel, tras la visita al pabellón aseguró que el Gobierno autonómico ha hecho en la muestra un esfuerzo "proporcional" al fuerte impacto de la Expo y a lo que ésta significa.

Una vez comprobada la importancia de las dimensiones, características, estructura y contenido del pabellón, los aragoneses, vaticinó, se van a sentir "muy orgullosos" de su pabellón, que según Silva es "dos obras de arte en una: el edificio y sus contenidos".