'La isla de las almas perdidas'

Dice Etxea de la película de esta semana que como mucho da para entretener a almas incautas, para Volpini, en cambio, es divertida y la sitúa entre 'E.T.', 'Harry Potter' y 'El anti-Código Da Vinci' explicado a los niños.

La reseña del Dr. Etxea

Beate, la mamá de los aprendices de brujo en 'La Isla de las Almas Perididas' está muy equivocada. La paz rural no es, como ella cree, el paraíso de la nada sino la puerta del abismo. Al principio de la película, la buena señora deja atrás la ciudad y se va con los suyos a vivir en una urbanización aséptica y mortecina. En su error tiene suerte disfrazada de susto. La rebeldía imaginativa de sus hijos dará alas a ese "sinvivir" de aldea global en el que se ha instalado. Como proclamaba Emaldi Alfeo, aquel cura que se cortó la lengua para no blasfemar: la familia que se enfrenta unida al maligno permanece en el sistema y se salva de las acechanzas del diablo. Película de género y no de autor a pesar de su procedencia. Dentro del género de ciencia ficción en el que podríamos catalogarla, 'La Isla de las Almas Perdidas' pertenece al subgénero del cine mágico y de aventuras. Ya sabemos que para ver este tipo de historias hay que creerse algo inverosímil o, si no, te quedas dormido. De fe ciega es lo de los muertos que pueden perdurar en botellas una eternidad hasta que un alma caritativa la libere de su prisión. ¡Una metáfora de la vida! Lo advertía Santa Teresa: nuestro cuerpo no es sino una cárcel donde el espíritu pena sus culpas.

Estando tan alejada de los postulados que ayer defendía y ahora menosprecia Lars Von Triar, es una sorpresa que todo el engranaje de Zenotropa se haya puesto al servicio de la 'ópera prima' de Nikolaj Arcel. Da igual que se esté a favor o en contra de Dogma, esta coproducción escandinavo-alemana es del montón, como mucho da para entretener almas incautas. Mas allá de ese entretenimiento- para quien lo consiga, claro- no tiene ningún otro interés. Y eso que sus jóvenes protagonistas traspasan con un valor admirable la barrera de la muerte. Un punto esotérica, contenida en efectos especiales, 'Las Isla de las Almas Perdidas' es cine comercial sin más. Eso sí, al menos no parece pretender otra cosa. Estáis avisados.

La reseña de Federico Volpini

El mundo que nos hemos repartido el Dr. Etxea y yo, como si fuéramos las reales coronas de España y Portugal, nos pierde a veces por rutas traicioneras. En la mitad del orbe que me ha correspondido, el género que algunos tienen por menudo; en sus manifestaciones infinitas, que van de un Barón de Münchaussen (el 'Münchhaussen' de Josef von Báky) o un 'Libro de la Selva' (¡por favor, el de Korda, no el de Disney!) a un 'To be or not to be', un 'Manuscrito encontrado en Zaragoza' o una 'Kermesse heróica', pasando por 'El Señor de Ballantrae', 'Los duelistas', 'Yakuza': travesías todas ellas venturosas, hay escollos también y se trata, no de sortearlos, sino de conocerlos. De todo hay que probar. 'La Isla de las Almas Perdidas'. El bien y el mal. Lucha a la que no escapa 'El Señor de los Anillos', 'Las Crónicas de Narnia' ni prácticamente ninguna de las series de ficción semiheróica, magos adolescentes incluidos, lo que lleva a añorar a Robert Louis Stevenson, dual y, por lo tanto, completo.

Curiosa, bien llevada y divertida. Entre 'E.T.', 'Harry Potter' y 'El anti-Código Da Vinci' explicado a los niños.

Ficha técnica:

• Dirección: Nikolaj Arcel
• País: Dinamarca, Suecia y Alemania
• Año: 2007
• Duración: 100 min
• Género: Aventuras, fantasía
• Guión: Nikolaj Arcel y Rasmus Heisterberg
• Producción: Sarita Christensen y Meta Foldager
• Música: Jane Antonia Cornish
• Fotografía: Rasmus Videbæk
• Interpretación: Sara Langebæk Gaarmann (Lulú), Lucas Munk Billing (Sylvester), Lasse Borg (Oliver), Nicolaj Kopernikus (Richard), Lars Mikkelsen (Necromancer), Anette Støvelbæk (Beate), Anders W. Berthelsen (Herman), Beate Bille (Linea), Frank Thiel (Alexander)

*Federico Volpini y Dr. Etxea son nuestros críticos de cine.