Looking for Mariano

Una tarde cualquiera en los pasillos del Congreso de los Diputados. Un sillón vacío, el de la ministra de Defensa, Carmen Chacón, que acaba de ser madre. Por un lado, los ministros y los diputados socialistas. Hoy estaban radiantes, relajados. Sirva como ejemplo José Blanco, rodeado de periodistas y sin parar de sonreír. También el ministro de Economía, Pedro Solbes, que ha salido solo del hemiciclo, sin necesidad de apartar a los curiosos periodistas, que estaban menos pendientes de él que otras veces, a pesar de que uno de los temas del día era el de la financiación de las Comunidades Autónomas.

J.L. Pino (EFE)

Rajoy: jugando al escondite en el Congreso.

Tanta felicidad tiene su explicación. No importa que las tarifas eléctricas vayan a subir. Ni que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho (que ha tenido que quedarse casi hasta el final de la sesión para lidiar con el toro), haya reconocido que el paro no ha tocado fondo. Ni siquiera el tema de la financiación autonómica ha supuesto un nuevo dolor de cabeza para el Ejecutivo. Ayer se dio un golpe durísimo a ETA y, hoy, los socialistas, estaban encantados de conocerse.

Pero, ¿qué es ese ruido que se escucha a las puertas del hemiciclo? Es el ruido que hacen los diputados del PP al pasar como una exhalación por los pasillos de la Cámara Baja. De algunos, sólo se ven las estelas que dejan al pasar. Reconozcámoslo. Hoy los 'populares' no estaban muy parlanchines.

Desde el PP, sólo un mensaje, una única consigna. "No comment". Así, "literalmente", dice una periodista que ha tratado, sin éxito, arrancarle unas pequeñas declaraciones a líder de los populares. Aunque sea por accidente, como ayer en ICADE, cuando reveló que contaba con Alberto Ruíz Gallardón para la dirección del partido. ¿Qué tal el desayuno esta mañana con San Gil? ¿De qué han hablado? ¿Algún acuerdo? ¿Limaron asperezas? [Horas después, se conocería el resultado de esta reunión: el enésimo portazo a Rajoy, esta vez protagonizado por la presidenta del PP vasco]

Pero, ¿cómo eludir esas molestas preguntas? Fácil, carrera va, carrera viene. "¡Señor Rajoy!", le gritamos a la entrada. Preguntamos en vano. Camina deprisa y hace un gesto de "luego hablamos". ¿Y luego? Lo mejor es acudir a los viejos trucos, nunca fallan. Uno de los trucos (que ya conocíamos) es el de salir por la puerta de atrás. Allí le estábamos esperando cuando de repente ¡zas! Otra vez. El líder del Partido Popular tenía otro as en la manga y se ha escapado como un rayo con la excusa que nunca falla, la de hablar (o hacer como que hablas) por el teléfono móvil.

Rajoy no es el único. Logrado mutis el de Manuel Pizarro. La costumbre, quizás. Tan sólo un ruego hace que se detenga. "¿Una entrevista para la radio de Aragón?" Una pequeña debilidad, pero ninguna más. No han pasado ni cuarenta minutos desde que comenzó la sesión de control y apenas quedan pesos pesados del PP dentro del hemiciclo. Menos Soraya Saénz de Santamaría, la nueva portavoz, que aguanta como una leona.

Eso sí, de la reunión de Rajoy y San Gil ni mú. Tampoco de lapsus de ayer con los estudiantes gracias al cual sabemos que el Alcalde de Madrid estará con el líder, aunque sea "en el pelotón". ¿Habrá que esperar a que otra estudiante le pregunte si también cuenta con Aguirre?