La Junta de Castilla-La Mancha defiende el planteamiento multilateral y un modelo que beneficie a todos

Toledo.-  El Gobierno de Castilla-La Mancha quiere que el nuevo modelo de financiación autonómica se haga con un "planteamiento multilateral", sin que "nadie pretenda llevarse el gato al agua a costa de los demás", sino que "beneficie a todos", según ha indicado hoy el vicepresidente de la Junta, Fernando Lamata.

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(EFE)

En la imagen, el vicepresidente primero del Gobierno regional, Fernando Lamata.

Lamata respondía así durante la rueda de prensa del Consejo de Gobierno, a preguntas de los periodistas sobre la cena que esta noche mantiene el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con presidentes autonómicos socialistas para intentar sentar las bases de la reforma del modelo de financiación y a la que acudirá el presidente de la Junta, José María Barreda.

Fernando Lamata ha explicado que Barreda defenderá criterios que benefician a Castilla-La Mancha, pero también al conjunto de España, pues "dan cohesión al sistema autonómico", cuya base es un sistema de financiación "equilibrado y sostenible".

El vicepresidente de la Junta ha dicho que Castilla-La Mancha quiere un modelo de financiación que proporcione "igualdad de oportunidades".

Por ello, ha dicho que Barreda defenderá no sólo que el sistema dé suficiencia financiera a las comunidades autónomas para hacer frente al gasto que suponen las competencias que gestionan, sino también "herramientas" que permitan corregir las desigualdades que existen entre unas regiones y otras derivadas de las diferentes situaciones de las que partían.

Lamata ha explicado que el criterio de población para la distribución de la financiación es aceptado por todos, pero el Gobierno de Castilla-La Mancha cree que el cálculo no debe hacerse en base a un criterio que tenga sólo en cuenta la "población pelada".

Por ello, demanda que ese criterio sea corregido y se contemple la dispersión de la población, ya que es muy diferente prestar atención sanitaria en un barrio como el madrileño de Vallecas, con una concentración de medio millón de personas, que en un pueblo de la sierra de Guadalajara con seis habitantes, según ha indicado el vicepresidente de la Junta.

Además, el Gobierno regional quiere que se tenga en cuenta el crecimiento de la población, que genera nuevas necesidades de servicios en áreas como la sanidad y la educación, ha dicho Lamata, que ha recordado que Castilla-La Mancha ha sido en los últimos años, junto a Andalucía, una de las regiones con mayor crecimiento demográfico de España.

Otro de los criterios que la Junta pide que se tenga en cuenta en el nuevo modelo de financiación es el envejecimiento de la población, que genera un mayor gasto sanitario y de servicios sociales para atender situaciones de dependencia.

Lamata ha dicho que el Gobierno de Castilla-La Mancha también apuesta por una mejora de la corresponsabilidad fiscal que se introdujo en el modelo de financiación de 2001, en que se cedió a las comunidades autónomas un 35 por ciento del IRPF y se les dio participación en el IVA e impuestos especiales, ya que es una de las regiones en que mejor se ha gestionado esa corresponsabilidad.

Preguntado por las declaraciones que ayer hacía la diputada regional del PP María Crespo, que reprochó a Barreda que se escudara en la solidaridad olvidándose de sacar a la región de su atraso, Lamata ha dicho que no sabe si eso supone que los populares se oponen a que haya un fondo de suficiencia.

El vicepresidente ha dicho que en ese caso el PP defendería mal los intereses de la región y ha asegurado que el Gobierno regional no va a renunciar a recibir fondos adicionales para financiar servicios a través de un fondo de suficiencia, compensación, convergencia o cómo se vaya a denominar.

Ha recordado al PP que en España hay un único sistema fiscal y la distribución de la recaudación la hace el Gobierno de España, que se queda un 50 por ciento de la misma para corregir desigualdades.

Según Lamata, en el caso de Castilla-La Mancha renunciar a un fondo de suficiencia supondría una disminución de entre el 30 y el 50 por ciento de la financiación.

Ha añadido que renunciar a eso sería una "injusticia" y una "estupidez", al tiempo que ha manifestado que no sabe si lo que quiere el PP con sus manifestaciones es criticar que la región tenga menos renta que otras.

En este sentido, ha dicho que los castellanomanchegos no tienen la culpa de que durante dos siglos las infraestructuras se construyeran en otros sitios y las industrias se ubicaran en otros lugares, mientras se hacían obras, como la del trasvase Tajo-Segura, para llevarse agua de la comunidad al Levante.

Lamata ha recordado que esta situación se ha empezado a corregir hace apenas veinte años y ha insistido en que no es culpa de los castellanomanchegos, que no son "más vagos que los demás", el que la región tenga menos renta per cápita que otras.