El cambio de época en América Latina y sus desafíos, el debate de la izquierda regional

Montevideo.-  El "cambio de época" que vive América Latina con la llegada de varios partidos de izquierda al Gobierno, los desafíos que ello supone y la agenda social de la región integran el debate del XIV Foro de Sao Paulo que se reúne en Uruguay y concluirá este domingo.

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(EFE)

En el plano económico, un aspecto común a varios Gobiernos (Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela) ha sido "el corte del cordón umbilical" con el Fondo Monetario Internacional (FMI) "dejando de estar sometidos a sus dictados".

Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Uruguay y Venezuela "son gobernados por fuerzas de izquierda y progresistas" y en países donde no se llegó al poder, como Colombia y México, "se está plasmando la unidad de las fuerzas de izquierda con vista a alcanzar esa meta", según el documento base que debaten los aproximadamente 200 asistentes al Foro y al que tuvo acceso Efe.

Además, "cambió la caracterización social de los gobernantes con casos paradigmáticos como el tornero metalúrgico (Luiz Inácio) Lula (da Silva) o el indígena Evo Morales, representantes de otras clases y sectores sociales", y que ocupan la presidencia de Brasil y Bolivia, respectivamente, agrega el texto.

Desde los Gobiernos, los partidos de izquierda y progresistas "han devuelto la ciudadanía plena a amplios sectores excluidos y han defendido los derechos humanos en toda su extensión imaginable", señala el documento de análisis denominado "La Izquierda de América Latina y el Caribe en el Nuevo Tiempo-La riqueza de la diversidad".

Entre los esfuerzos en favor de los más desprotegidos económicamente se destacan los planes de Hambre Cero de Brasil y Nicaragua, el Plan de Emergencia Social de Uruguay y el "apoyo decidido" de los Gobiernos de Bolivia, Ecuador y Venezuela en favor de los "sectores marginados".

Igualmente, "médicos y educadores cubanos" han contribuido a "sensibles mejoras" en los servicios sanitarios y enseñanza en Bolivia y Venezuela, resalta el documento.

En el plano económico, un aspecto común a varios Gobiernos (Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela) ha sido "el corte del cordón umbilical" con el Fondo Monetario Internacional (FMI) "dejando de estar sometidos a sus dictados".

Otros Gobiernos de izquierda como el boliviano y el venezolano "nacionalizaron sectores claves de la economía en una afirmación de la soberanía frente a las transnacionales".

A pesar de lo positivo que supone para América Latina y el Caribe, en este "cambio de época" que vive la región "queda mucho por hacer", sostiene el documento en debate.

El incremento del peso electoral y la acción de los Gobiernos de varios de los partidos que integran el Foro de Sao Paulo "nos responsabilizan para desarrollar e impulsar una agenda política, social y económica para la región proyectada al nuevo siglo y al nuevo tiempo latinoamericano".

Las corrientes progresistas y de izquierda "lucharon mucho en el pasado por recuperar la democracia tras numerosas dictaduras y es preciso defenderla y perfeccionarla", precisa.

Uno de los desafíos que se plantean los asistentes a la reunión de Montevideo es "proponer reformas institucionales que corrijan las distorsiones de los sistemas políticos y partidarios donde existan" y, además, "impulsar cambios que impliquen mejorar la representación parlamentarias de las minorías".

"Fortalecer la democracia tiene un punto neurálgico en el uso democrático de los medios de comunicación y la necesidad de eliminar la incidencia económica como patrón de acceso al uso de los mismos", afirma la propuesta en debate.

También se debe "velar por un transparente sistema de financiación de los partidos políticos".

Otro de los puntos considerados "fundamentales" por delegados de varios partidos participantes en el XIV Foro de Sao Paulo es "desarrollar una cultura de aceptación de la diversidad" que representan todas las corrientes progresistas y de izquierda de América Latina y el Caribe "abandonando las prácticas sectarias y excluyentes".

El combate a la pobreza "debe seguir siendo prioridad común", pero "no se debe confundir con el combate a la desigualdad".

En América Latina y el Caribe el 10 por ciento más rico de la población recibe el 48 por ciento de total de los ingresos y el 10 por ciento más pobre apenas el 1,6 por ciento.

"Combatir efectivamente la desigualdad es quizás el reto más difícil que tengamos los partidos políticos latinoamericanos", alerta el documento.

Al margen de las discusiones, la senadora opositora colombiana Gloria Inés Ramírez se refirió a la investigación que la fiscalía de su país ha abierto contra ella y otras once personas por sus supuestos nexos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y dijo que nadie los va a "obligar a callar".

Ramírez reafirmó la intención de su partido, el Polo Democrático Alternativo (PDA), y de todos los implicados en la investigación judicial de "seguir trabajando" para conseguir que Colombia tenga un Gobierno "distinto" y terminar así con lo que definió como una "anomalía en Latinoamérica".