Zerbino considera "ilimitado" el potencial del ser humano ante la adversidad

Santander.-  El uruguayo Gustavo Zerbino, uno de los dieciséis supervivientes de la denominada "Tragedia de los Andes", ha destacado hoy que la lección que sacó de aquella experiencia es que "el potencial del ser humano es ilimitado" si afronta las adversidades de forma "positiva" y "sin lamentaciones".

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(EFE)

El médico y presidente de Merck Uruguay, Gustavo Zerbino, uno de los 16 supervivientes del accidente aéreo de los Andes en el que fallecieron 29 personas, posa para los medios antes de impartir una conferencia hoy en Santander con motivo de la asamblea general de la Asociación Cántabra de la Empresa Familiar.

Para Zerbino, "los seres humanos que se quejan en la vida son los que están perfectamente bien, porque los que están en una situación límite no se quejan, aprietan los dientes y salen adelante".

"Soy un hombre feliz", ha declarado sin tapujos Gustavo Zerbino, casi 36 años después de que el 13 de octubre de 1972 el avión Fairchild de la Fuerza Aérea Uruguaya 571, que trasladaba a la delegación del club de rugby Old Christians, se estrellara en la cordillera de Los Andes, con 45 personas a bordo, de las que finalmente sólo sobrevivieron 16.

Incluso Zerbino fue más allá al recordar que, mientras estuvieron "aislados del mundo, totalmente abandonados y en unas condiciones miserables" consiguieron crear una "sociedad totalmente distinta" en la que "a pesar de todo lo que sufrimos logramos ser felices y vivir cada momento con plenitud como si fuera a ser el último".

Durante al más de dos meses los protagonistas de esta tragedia vivieron en unas condiciones extremas, con temperaturas que, según recuerda Zerbino, podían pasar en 24 horas de 40 grados por el día a 40 bajo cero por las noches, a lo que se añadía falta de alimentos y de ropa de abrigo.

Sin embargo, Zerbino apunta que es "el mismo hombre" ahora que antes de vivir aquellos hechos. "El que fue tomate volvió tomate y el que fue banana volvió banana", explica gráficamente Zerbino y destaca que "los seres humanos no cambiamos de esencia, sino que aceleramos o retardamos nuestro proceso de aprendizaje interior".

Preguntado por la antropofagia a la que se vieron obligados a recurrir para sobrevivir, Zerbino no duda en afirmar que "no fue la decisión más difícil" que ha tenido que tomar en su vida.

"Primero tuvimos que vencer tabúes psicológicos, religiosos, fisiológicos y culturales", recuerda Zerbino, pero subraya a continuación que "llegó un momento en que la realidad era tan absoluta y determinante que a 4.800 metros de altura, sin nada que comer, la única fuente de energía era los cuerpos de nuestros amigos que estaban muertos".

"Fue muy difícil aceptarlo, comunicarlo y tomar la decisión, pero una vez que se hace al otro día parece la cosa más normal del mundo", opina y añade que "la capacidad de adaptación del ser humano es impresionante".

Aunque Zerbino ha relatado que mientras estuvieron desaparecidos rezaban el Rosario todas las noches, ha destacado que "la fe se tiene o no se tiene, pero más importante que la fe que iba y venía, lo importante era la esperanza, que es la hermana menor de la fe".

Este superviviente valora como la "principal lección" que él y sus compañeros aprendieron en la Cordillera de Los Andes es que "el mejor líder es el que pone en un grupo humano lo que está faltando", ya sea compromiso, esfuerzo o alegría.

"El gran milagro de esta historia es que volvimos 16 y hoy somos más de cien", explica Zerbino haciendo hincapié en que hoy los sobrevivientes viven en la actualidad en Carrasco, barrio de Montevideo, en el que hoy forman una "gran familia" que se a diario.

Gustavo Zerbino, médico y actual presidente Merk Uruguay, se ha expresado así antes de impartir una conferencia en Santander organizada con motivo de la asamblea general de la Asociación Cántabra de la Empresa Familiar, no en vano está al frente de una empresa de este tipo, ya de cuarta generación.

Los valores por los que apuesta Zerbino para la empresa son los mismos que defiende para la vida, honestidad, compromiso y esfuerzo. Además, hace hincapié en que hay que tratar de adoptar objetivos, ideas y actitudes capaces de modificar "aquellas realidades que nos son adversas o difíciles".