La importancia de los materiales en la obra de Chillida centra una exposición

San Sebastián.-  Los materiales empleados por Eduardo Chillida, los motivos que le llevaron a escogerlos y las consecuencias derivadas de su elección, centran la exposición temporal que inaugura hoy el museo Chillida-Leku de Hernani (Guipúzcoa).

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(EFE)

El Peine del Viento, una de las obras escultóricas más emblemáticas de Eduardo Chillida, está en "perfecto estado" de conservación 30 años después de su instalación en uno de los extremos de la bahía de La Concha, en San Sebastián, y seguirá aguantando los embates del mar por tiempo indefinido.

Se trata de la segunda exposición de las tres programadas este año bajo el título "Materializaciones", que ha sido presentada hoy por el director del museo, Luis Chillida, y responsables del grupo Inasmet-Tecnalia, que ha llevado a cabo un estudio de investigación sobre el estado de conservación del emblemático conjunto escultórico Peine del Viento de San Sebastián.

La muestra que alberga el caserío Zabalaba de Chillida-Leku mantiene la presentación de los espacios de la primera, creados en torno al papel, la piedra, la madera, la tierra, el yeso, el hierro y el hormigón, aunque enriquecidos en esta ocasión con la exhibición de obras representativas de cada material.

En total se exponen 14 piezas de distintos tamaños y materiales, así como fotografías de algunas de las obras públicas más conocidas del artista vasco y de proyectos en yeso, como el que hizo para basarse posteriormente en la creación de "Lugar de Encuentros III", instalada en Madrid y conocida popularmente como "La sirena varada".

Un relieve en alabastro de 1969 jamás expuesto hasta ahora o una maravillosa pieza en mármol con un diseño incrustado en plomo que da lugar al particular juego de blanco y negro de muchos de los trabajos de Chillida, son otras de las obras de arte que se podrán admirar hasta el próximo 22 de septiembre.

Según ha recordado su hijo, la relación artística de Chillida con los materiales se puede describir como una aventura, al estar intercalada por enamoramientos, aciertos, fracasos e incluso abandonos.

La exposición busca transmitir que el creador donostiarra elegía los materiales por atracción y después les pedía una participación activa, ya que trataba siempre de que aportaran su propia expresividad.

Chillida intentó a lo largo de toda su trayectoria encontrar materiales que le resultaran interesantes para expresar sus ideas y, para ello, conectaba con el interior de los mismos, como lo demuestran títulos de sus series como "Escuchando la piedra" o "Elogio del hierro".

La muestra temporal recorre así materiales y técnicas tradicionales iniciales, como el alabastro o el amate, el papel de origen maya carente del blanco puro que tanta calidez da a su obra.