Jugando al Tetris con casas de verdad

MADRID.-  Una planta industrial, una cadena de montaje y centenares de operarios. Podríamos estar hablando de una fábrica de automóviles, pero nos referimos a una factoría de viviendas en serie.

Cocina del módulo.

"Primero construímos el equivalente al chasis de un coche, aunque en este caso se trataría de un módulo compuesto por una estructura de acero y hormigón que, una vez fraguado, pasaría a una cinta de transporte que lo llevaría por las diferentes fases del proceso de fabricación: instalaciones eléctricas, fontanería, acabados y colocación de mobiliario en cocina y baños", nos explica Humberto Miguel, director del departamento de arquitectura de Grupo Afer, la compañía que ha patentado la idea en España.

Infinitas combinaciones

Una vez finalizados, los módulos están listos para ser transportados a su lugar definitivo de ubicación, donde se irán ensamblando unos con otros, tanto horizontal como verticalmente, hasta crear la estructura interior del edificio, incluidas las zonas comunes. Sobre esta estructura se colocará posteriormente la fachada, también construida de forma industrial, y que podrá presentar diferentes acabados: ladrillo cara vista, mortero, piedra...

Existen 13 módulos diferentes: 4 correspondientes al salón-comedor, 3 a la cocina, 4 a los dormitorios, y 2 a los servicios (zonas comunes del edificio y armarios de registros de aguas, gas...; y escalera y hueco del ascensor). Todos ellos pueden combinarse de distintas formas.

Así, el bloque podrá tener hasta 12 alturas; alojar, o no, locales en la planta baja; distribuirse en urbanizaciones cerradas con patio interior; en forma de 'U' o de 'S'... "Las combinaciones son casi infinitas", comenta Miguel. En cuanto a las viviendas, serán de 1, 2 ó 3 dormitorios, con 1 ó 2 baños; podrán contar con terraza... Y todas ellas llevarán cocina amueblada y electrodomésticos; suelo radiante-refrigerante; estarán dotadas de instalaciones domóticas, paneles solares para la generación de energía térmica y fotovoltaica, y contarán con zonas ajardinadas en la cubierta del edificio, que actuarán como aislante térmico, reduciendo el gasto energético y permitiendo la recogida de aguas pluviales para su posterior filtrado y reutilización en cisternas.

Dormitorio principal.

Empleando este método, "se pueden fabricar unas 3.500 viviendas al año, con un ahorro de tiempo de 3/5 partes respecto al proceso constructivo tradicional", ya que en una semana se pueden construir una media de cinco viviendas, asegura Humberto Miguel. La construcción tradicional, típica en España, sólo se emplea para la excavación del terreno donde se pretende levantar el inmueble y su posterior cimentación, así como para construir todas las instalaciones por debajo de la cota de tierra.

¿Realidad o ficción?

Puede parecer que este proyecto es ficticio, sin embargo, Grupo Afer ya ha presentado en sociedad la primera vivienda realizada con este vanguardista método constructivo. Aunque habrá que esperar al menos dos años y medio para que un edificio completo fabricado de forma industrial vea la luz del sol en alguna ciudad española.

¿Por qué? Pues porque, pese a que la primera factoría de viviendas debería haberse inaugurado por estas fechas en Zaragoza según los planes de la compañía, su construcción no ha sido posible debido a una falta de entendimiento con el Gobierno de Aragón, que aún no ha firmado el convenio correspondiente para la adquisición de unos 2.000 pisos construidos en serie. Y es que Habidite, la sociedad del grupo encargada del proyecto, se garantiza primero la compra de las casas que fabrica -ya sea por parte de promotores privados o públicos- para lograr la viabilidad económica de las plantas. De hecho, su propuesta pasa por trabajar por encargo y no construir para luego buscar clientes, como sucede en el sector del automóvil, al que ha copiado el modelo productivo.

También está prevista la construcción de sendas factorías de viviendas en Alonsotegui (Vizcaya) y Azkoitia (Guipúzcoa). El problema en la ciudad guipuzcoana es similar al que presenta la capital aragonesa; mientras que en Alonsotegui el problema estriba en la dificultad para adquirir el suelo. Después de un año de gestiones con los propietarios, la Diputación de Vizcaya sólo ha conseguido comprar 155.000 de los 254.000 metros cuadrados que se necesitan para levantar la factoría. Sin embargo, el pedido ya está hecho, y son nada más y nada menos que 1.500 pisos, que se destinarán al Plan Foral de Vivienda.

No lo ven tan claro en la patronal. La Asociación de Promotores Constructores de España (APCE) opina que habrá que esperar a ver cómo reacciona el consumidor ante esta nueva iniciativa para saber si resulta interesante apostar por ella. De momento, lo consideran una "opción tremendamente minoritaria", al menos en nuestro país, ya que en el norte de Europa es típico encontrar viviendas unifamiliares fabricadas en serie. "Unas condiciones climatológicas adversas, sobre todo en invierno, hacen que sea imposible trabajar al aire libre, algo que requiere la construcción de un edificio", nos comentan en la APCE.