Victoriano Crémer gana el XVIII Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma

Segovia.-  El centenario escritor Victoriano Crémer (Burgos, 1907) ha ganado hoy el XVIII Premio de Poesía en memoria de Jaime Gil de Biedma con el poemario titulado "El último jinete", donde el autor asegura que ha querido matizar toda su obra anterior.

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(EFE)

El escritor Victoriano Crémer ha sido galardonado con el Premio Gil de Biedma de poesía que se ha fallado en la mañana de hoy.

El director de la Academia de la Lengua y miembro del jurado, Víctor García de la Concha, ha manifestado que se trata de "un libro lleno de emoción, escrito desde la última vuelta del camino, un repaso a la vida, pero con la misma actitud apasionada de los primeros libros de Crémer".

Emocionado al recibir la noticia a través de una conversación telefónica con la Agencia Efe, Crémer ha confesado que no sabía muy bien qué obra era la galardonada, quizá confuso por los nervios y porque el libro se lo había dado a leer a un amigo y fue éste quien lo presentó al galardón, convocado por la Diputación de Segovia.

No obstante, más reposado, el poeta afincado en León desde su niñez ha explicado que se trata de "un intento de mejorar mi obra anterior, por todos los procedimientos, de matizarla, porque estaba hecha en la línea de la desesperación y del desánimo".

Dotado con 10.000 euros, además del primer premio se entregarán sendos accésit de 3.000 euros, concedidos por el Ayuntamiento de Segovia y la Junta de Castilla y León a los trabajos "Bajo la alfombra", de Ángeles Mora, y "La chica de la bolsa de peces de colores", de Eduardo Fraile.

García de la Concha ha asegurado que no tuvo duda de que la obra que estaba leyendo como finalista era de Victoriano Crémer porque había utilizado la misma máquina de escribir que la que empleaba en los años cincuenta.

El director de la Academia ha recordado cómo en aquella época empezó el poeta estableció contacto con el grupo de poetas que realizaban la revista "Espadaña", de gran compromiso social, en plena posguerra, de la cual Crémer llegó a ser director y capitalizada en torno a Antonio González de Lama y Eugenio de Nora.

Asimismo, García de la Concha ha confesado que también había reconocido la voz del poeta, "la misma de siempre, pero decantada con la sabiduría que se adquiere por el paso de los años, cargada intensamente de emoción. Es de lo mejor que ha escrito".

El resto de jurados ha ido hablando de la obra ganadora y de su autor, como Antonio Colinas, quien ha dicho que el libro "pone de relieve una humanidad sorprendente, porque es de tono amargo pero hecho con gran lucidez".

Después de que José María Muñoz Quirós se alegrara de que el premio se haya quedado en Castilla y León, Juan Manuel de Prada ha explicado que se trata de un hito en la historia de la literatura española porque se va a publicar la obra cuando su autor está vivo, con más de cien años.

Prada ha considerado que el poemario "está lleno de verdad, escrito desde la atalaya de la senectud, pero extraordinariamente vital, lleno de vida a borbotones, con deseo de seguir apurando la vida con intensidad".

A Luis Alberto de Cuenca le ha parecido un acto de humildad que Crémer concurra a un premio con más de cien años, y ha coincidido en que es mejor que otros de sus libros, y Clara Janés ha subrayado que los poemas irradian una gran intensidad y juventud de espíritu, aunque estén escritor con una vieja máquina.

Tras coincidir en el trabajo extraordinario que ha sido premiado, Guillermo Carnero, ha calificado la obra de "poesía de ancianidad pero que no es residual, con una reflexión desencantada del paso de la vida, profunda, de la muerte y de la soledad".

Jesús García Sánchez, de la editorial Visor, ha mostrado su alegría por poder tener la oportunidad de editar una obra de Crémer, ya que es el encargado de imprimir los trabajos premiados, mientras el coordinador del premio, Gonzalo Santonja, ha recordado que el poeta burgalés y leonés sigue escribiendo todos los días en "Diario de León".

Como anécdota, Santonja he relatado que el escritor no sabe exactamente cuántos años tiene por encima del centenar ya que a su padre, un modesto ferroviario, se le olvidó inscribirlo en el registro.

Santonja ha entendido que el libro premiado es "áspero, en la línea de siempre, de un autor que ha escrito desde la dificultad y la miseria, pero también desde la esperanza".