Darío Villanueva asegura que "El Quijote es una obra precinematográfica y está lleno de gags"

Madrid.-  El filólogo y crítico literario Darío Villanueva ingresa el domingo en la Real Academia Española con un discurso ambicioso e innovador, en el que pretende demostrar que el Quijote, esa gran novela que ha sido llevada unas 150 veces al cine, es también una obra "precinematográfica y profundamente visual".

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(EFE)

El filólogo y crítico literario Darío Villanueva ingresa el domingo en la Real Academia Española con un discurso ambicioso e innovador, en el que pretende demostrar que el Quijote, esa gran novela que ha sido llevada unas 150 veces al cine, es también una obra "precinematográfica y profundamente visual".

"El Quijote es una suma de gags y es una novela que configura muchos recursos del cine", afirma en una entrevista con Efe Villanueva, quien con su amplio discurso, de 180 páginas, espera "rendir homenaje a Cervantes en la Academia, que tanto se ha ocupado siempre de él, y equipararlo a Shakespeare, que ha sido muy estudiado como escritor precinematográfico".

Nada más publicarse, la obra más importante de la lengua española "generó inmediatamente gran cantidad de imágenes", que forman parte de la cultura popular desde muy pronto, y sus numerosas adaptaciones cinematográficas han sido ya estudiadas.

Pero este experto en Teoría de la Literatura ha hecho "el recorrido anterior: "El Quijote antes del cinema", título de su discurso.

Investigar en el carácter precinematográfico de obras maestras de la Literatura lo hicieron ya en Francia "hace 50 años" con "La Eneida", de Virgilio. Sobre el Quijote "hay carros y carretas de bibliografía", pero, curiosamente, el aspecto que Villanueva ha elegido "no está tocado".

"Y creo que el resultado es muy evidente: El Quijote es una obra absolutamente visual y precinematográfica", asegura el nuevo académico, catedrático de Teoría de la Literatura, Literatura Comparada y Lingüística General de la Universidad de Santiago de Compostela, de la que fue rector desde 1994 hasta 2002.

El estudio de las frecuencias léxicas del Quijote que, por ejemplo, ha realizado José Manuel Blecua, "dio como resultado que las dos palabras, aparte del verbo 'ser', que más se repiten en la novela de Cervantes son 'dijo'y 'respondió'".

"Pero también hay otras dos palabras clave: 'vio' y 'miró'. El Quijote es profundamente visual. Todo está enfocado a partir del choque de dos visiones", la de la realidad que ve el caballero de la triste figura, "influido por los libros de caballería", y la que ven los demás.

El gag, "esa situación cómica e hilarante, es la esencia también de todo lo que le ocurre a Don Quijote", señala Villanueva, para aludir a continuación a "los relatos intercalados" que hay en la gran obra de Cervantes y que son un precedente de "los montajes alternos" y del "cruce de historias" tan habituales en el cine.

Será el domingo, y en presencia de varios centenares de invitados, entre ellos el ministro de Cultura, César Antonio Molina, cuando Darío Villanueva desarrolle en profundidad su discurso, del que leerá "una síntesis, la nata". "Pero es un ensayo. Después otros dirán si es bueno o no", señala.

En su intervención, Villanueva rendirá homenaje también a Francisco Ayala, "que fue pionero en el ensayismo español sobre el cine con su libro 'Indagación del cinema', de 1929".

"Me emociona que ochenta años después yo pueda citar en la Academia el magisterio de Ayala", uno de los académicos que le ha "aupado" hasta esta institución junto con Luis Goytisolo y Guillermo Rojo, comenta Villanueva.

Este "filólogo de raza", como lo considera el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, asegura que la Academia "es el lugar máximo" al que él podía aspirar, y espera poder aportar su "ilusión ilimitada" y sus "conocimientos, limitados por supuesto".

Gran experto en escritores como Quevedo, Valle-Inclán, Azorín, Torrente Ballester, Cela o Emilia Pardo Bazán, Darío Villanueva cree que "es absolutamente fundamental" que la RAE esté preparando todas sus obras de referencias "en estrecha colaboración con las Academias hispanoamericanas, porque desde hace mucho el español no es una lengua peninsular. Cuantitativa y cualitativamente es americana".

También considera "una dimensión imprescindible la acomodación total de la lengua española y su estudio a la nueva sociedad de la información y del conocimiento, que es una sociedad muy globalizada, pero donde hay que preservar los signos de la identidad cultural de las distintas comunidades que existen".