Brasil y Haití, dos contrastes en la educación superior en América Latina

Cartagena (Colombia).-  En Brasil se reciben unos 10.000 doctores cada año mientras en Haití, en el mismo lapso, más de un millón de niños entre los 6 y los 12 años no pueden ingresar a la escuela básica, revelaron hoy rectores de universidades de esos países.

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(EFE)

Benito García recibe sus primeras clases como muchos niños de las comunidades rurales de difícil acceso con una de las 35.000 instructoras comprometidas a impartir durante dos años enseñanza básica en áreas marginales de México a cambio de becas para sufragar sus estudios superiores.

Brasil lucha hace años por descentralizar la educación superior y Haití intenta emprender una batalla que impida la "fuga de cerebros" en un país con una de las más bajas tasas de escolarización, revelaron hoy en esta ciudad colombiana los académicos.

Los rectores de las universidades de Sao Paulo y de Haití, Suely Vilela Sampaio y Jacky Lumarque, respectivamente, expusieron las fortalezas y debilidades de la educación en sus países y como un indicativo de la situación en este campo en la región, en una comparecencia conjunta ante periodistas.

Vilela Sampaio y Lumarque participan en Cartagena, norte colombiano, en la Conferencia Regional para la Educación Superior (CRES) 2008, que se celebra desde el miércoles y se clausura hoy.

La rectora de la Universidad de Sao Paulo señaló que su país "ha invertido mucho en la formación de doctores" y se declaró convencida en que hay que "transformar ese conocimiento en riqueza para mejorar la calidad de vida de la población".

Se quejó, igualmente, que en su país también se produce la fuga de cerebros, pero que hay una legislación que estimula su retorno y remarcó que la calidad de la enseñanza depende de esos recursos humanos que vuelven y revierten su conocimiento.

Brasil "puede ofrecer posgrados", dijo Vilela Sampaio, quien insistió en que su país está en condiciones de ofrecer cooperación e intercambiar experiencias con otros países de América Latina y El Caribe, como Haití.

También se declaró partidaria de establecer en la región un "ranking" para "mostrar al mundo la calidad de nuestras universidades".

El profesor Lumarque, a su turno, y tras reconocer las "singularidades" de su país, admitió que hay "desafíos enormes no solo en educación superior" y explicó que "el país no ha sido capaz de asegurar la oferta de derecho de bien público" ni siquiera en la instrucción primaria.

"Es un reto enorme. El Estado se ha caracterizado por esa deficiencia enorme en la oferta educativa" y en muchos casos está en manos privadas, señaló Lumarque.

Buena parte de la cifra de instituciones de educación superior son privadas, pero hay deficiencia de regulación del Estado por falta de un marco legal. Por ejemplo, el Ministerio de Educación no ha podido acreditar más del 20 por ciento de las escuelas privadas y eso también es un reto mayor", se lamentó el académico haitiano.

Lumarque denunció que "el 80 por ciento de los profesionales más calificados se van" del país, la mayoría a Canadá.

Haití, señaló, se ha convertido "en una fábrica de cerebros que se van a otras partes".

En la cita de Cartagena, que es preparatoria de la reunión mundial de educación superior que se celebrará en 2009 en París, participaron cerca de 3.500 delegados, 25 ministros y viceministros de Educación, rectores y dirigentes de instituciones de enseñanza superior.