Bit by bit... el futuro de los medios

En 10 años, todo nuestro consumo de medios se hará por Internet, estima Steve Ballmer, presidente de Microsoft. Ésta es su frase original, tal y como fue pronunciada ante un grupo de periodistas del Washington Post:

(REUTERS)

Steve Ballmer.

There will be no media consumption left in 10 years that is not delivered over an IP network.

["En diez años, no quedará consumo de medios que no sean distribuidos por medio de una red IP".]

Ballmer matiza un poco diciendo que puede suceder en 14 o en 8 años. Pero considera aberrante que la tele sea interactiva en la red y, en cambio, no lo sea en la pantalla clásica. Eso no puede durar.

Un día después, aunque tal vez por casualidad, el cronista Paul Krugman planteaba el problema de manera más matizada en el New York Times. El artículo es tanto más interesante por cuanto apunta más bien en la misma dirección.

Krugman parte de un argumento formulado en 1994 por Esther Dyson, según el cual, el hecho de que el contenido digital pueda copiarse y transmitirse fácilmente obligará a las empresas que viven de ello a regalarlo, aún a riesgo de tener que ganar su dinero en la periferia… Esto equivale a "distribuir gratuitamente la propiedad intelectual para poder vender servicios y relaciones", escribía Dyson, y es exactamente lo que hacía el grupo de rock Grateful Dead, que fomentaba las grabaciones de sus conciertos para vender camisetas. El mecanismo es de sobra conocido hoy día.

Ésta sería tal vez una buena solución para los autores, que podrían cobrar por las lecturas públicas de sus libros, a las que la gente acudiría tras habérselos bajado gratuitamente. «Si le convenía a Charles Dickens, supongo que me convendrá a mí», añade Krugman.

El problema es bastante más grave para los periódicos, que se afanan en encontrar una solución.

"Bit by bit [bit a bit], cuanto pueda digitalizarse será digitalizado, haciendo así que la propiedad intelectual sea más fácil de copiar que nunca, y más difícil de vender por encima de un precio nominal. Tendremos que encontrar modelos económicos y de negocio que tengan en cuenta esta realidad", concluye Krugman.

En lugar de instarnos a que nos pronunciemos sobre la desaparición o no del papel y la televisión, este enfoque nos invita a reflexionar sobre las modalidades de adaptación de los medios. En lugar de invitarnos a tomar partido en el marco de una alternativa sí o no, nos invita a innovar en el comentario.

Eso es lo que a mí me interesa.

¿Y a vosotros?