El 'enchufe' cotiza a 4.000 euros

MADRID.-  Dani tiene ya su primer trabajo tras terminar la carrera. Es desarrollador en Raona, una consultora de software y sistemas. Entró por lo que se llama comúnmente 'enchufe'. Lo que pasa es que en Raona han redifinido el término y le llaman 'referenciar' y no sólo está bien visto, sino que además lo pagan: hasta 4.000 euros le pagan al empleado que referencie a un experto en biztalk (una herramienta para la gestión de procesos de negocio).

Es cierto que biztalk cotiza al alza: es una tecnología muy buscada y con pocos expertos, según explica Jordi Castells, socio directivo de Raona. La empresa paga a sus empleados que referencien a alguien en función del perfil del nuevo fichaje. El mínimo son 900 euros, que se van incrementando en función de la experiencia y la formación del recomendado.

Desde la propia consultora aseguran que ellos no son los primeros en pagar por las recomendaciones, aunque quizá "el éxito ha sido formalizarlo", justifica Castells. Según las cuentas que hace este socio, les sale más rentable pagar los 'enchufes' que contratar los servicios de una empresa de empleo o de recursos humanos. Cuenta que un negocio de ese tipo cobra en torno al 10% ó el 15% del sueldo del trabajador que contratas, lo que en el caso de Raona para perfiles elevados puede rondar unos 3.200 euros. Por poco más, afirma Castells, nos aseguramos de que la persona recomendada es de confianza.

"Mejora el proceso de selección", asegura Alex Peláez. Alex se ha embolsado 900 euros por recomendar a Dani (aunque por ahora sólo ha cobrado 300). Él argumenta las ventajas de este sistema con que la primera criba la hace un ingeniero que sabe a la perfección las necesidades de la empresa y las cualidades de la persona que referencia, frente a los métodos de selección de las empresas de personal. Además, con este procedimiento "tú eliges a tus futuros compañeros", explica Alex, lo que facilita mejorar el ambiente laboral.

Además, el sistema se asegura de que el nuevo trabajador se adapta bien a la empresa. El dinero que se da al 'recomendador' se divide en tres pagos. El primero se hace cuando se incorpora el referenciado; el segundo, cuando el trabajador cumple ya seis meses en la empresa, y el tercero, al pasar un año de contrato. Así se protegen hasta cierto punto de que la gente no recomiende a cualquiera, sino a alguien que realmente piensen que va a encajar.

Dani dice que él ha encajado perfectamente. "Siempre tienes a alguien que te hace de guía", explica, comparándolo con otros trabajos anteriores en los que quien te orienta es un jefe o un encargado. Pero siendo un amigo, "le puedes preguntar más directamente".

Algo más que amigos

Alex ya había recomendado a un par de amigos para su empresa antes de que existiera este sistema de incentivos. Tal y como él lo ve, "a los colegas siempre se lo comentas", pero este dinero extra puede animar a los trabajadores a contactar con gente de la competencia. Si sabes que un buen fichaje te va a reportar beneficios, es más probable que insistas más a colegas del sector para que se pasen a tu empresa. Y al cobrar más cuanto más preparado esté el recomendado, apuntarás a llevarte a los mejores de las empresas 'rivales'. En cierto modo, es como convertir a toda la plantilla en 'ojeadores'.

Flickr (jmsuarez)

Tal y como lo explica Alex, pueden surgir diferencias a la hora de intentar fichar a un amigo o a alguien de la competencia. "Cuando se trata de un colega, no le vas a engañar, pero si no es un amigo, quizá le ocultes más los puntos débiles". Pero, por el momento, parece que quienes se han incorporado conocían bastante bien la empresa, incluidos los matices que menos les gustaban. En Raona formalizaron el proyecto a principios de 2007, y desde entonces Castells contabiliza que se han incorporado 48 personas, de las cuales un 25% lo han hecho a través del programa de referencias.

Según parece, este peculiar sistema de 'enchufes' está funcionando, y desde la consultora pretenden desarrollar más mecanismos de selección de personal alternativos a las empresas de recursos humanos. A partir de septiembre de 2008, Castells dice que empezarán a premiar los proyectos de final de carrera que realicen con ellos. Así, incitan a los estudiantes a que hagan su proyecto en Raona en lugar de en casa, esforzándose además en desarrollar un buen proyecto para ganar el premio. La empresa, como contrapartida consigue valorar de primera mano las habilidades de futuros licenciados, lo que les permitirá hacerles ofertas laborales cuando interese.

Ingeniería tenía que ser

Estos nuevos sistemas de búsqueda de personal no han surgido en cualquier sector. Ocurre entre los ingenieros informáticos. La idea de incentivar las recomendaciones, dice Castells, surgió en torno al 2000, en el boom tecnológico: "había una gran necesidad informática y poca oferta de informáticos".

Según la AETIC (Asociación Empresas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de España), en España faltan unos 25.000 informáticos e ingenieros de telecomunicaciones. Mientras las empresas que los necesitan culpan a las universidades de su escasez, los ingenieros protestan porque no se sienten valorados. En este ambiente, las empresas buscan nuevas artimañas para encontrar informáticos cualificados. Pagar los 'enchufes' es tan buena estrategia como cualquier otra.