Heridos de muerte por la crisis inmobiliaria

MADRID.-  Cerca de 15.000 trabajadores relacionados con el sector constructor aumentan las listas del paro cada mes, según los cálculos de CC.OO. Una cifra que podría alcanzar el millón si este año sólo se inician las 100.000 viviendas previstas por los promotores, aventura Antonio Garde, portavoz de Fecoma.

Dynamix (Stockxpert)

Las cuentas son sencillas: por cada casa que se deja de construir, se destruyen entre 2 y 3 puestos directos, y en los últimos años la media de iniciación de viviendas ha rondado las 500.000 unidades, por lo que la previsión para 2008 supone una rebaja de 400.000 pisos. Y a esta cifra hay que añadirle las pérdidas de empleo en los sectores afines a la construcción, como ventanas, puertas, solados... y un largo etcétera, que también están mermando sus plantillas por la falta de pedidos, explica Garde.

Menos ventas, menos personal

Además, la drástica reducción de las ventas de pisos está afectando a cientos de comerciales contratados en los últimos años al calor del boom inmobiliario. "Si ya no se vende, no son necesarios", es la cruda realidad que nos plantea una compañía del sector. A esta situación se une la escasa liquidez de la mayoría de las empresas que, ahogadas por millonarios créditos solicitados para operaciones corporativas, compras en el exterior o iniciación de nuevos proyectos, se ven obligadas a solicitar un concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos).

Según un informe del Instituto de Práctica Empresarial (IPE), en enero había desaparecido el 40% de las cerca de 85.000 inmobiliarias que este estudio estimaba que había en España. Y los expedientes de regulación de empleo (EREs) no paran de crecer. Durante los cuatro primeros meses de 2008, han sido 942 los trabajadores de la construcción afectados por un ERE, el triple que hace un año, basándonos en los datos del Ministerio de Trabajo.

Oscuro futuro

Pero las repercusiones de esta crisis inmobiliaria van más allá de lo que puede parecer a simple vista. Y es que la supresión de empleo en un sector que hace un año suponía el 14% del PIB, ha dado al traste con la confianza de los consumidores, una realidad palpable, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) , en el descenso de las ventas de coches, por ejemplo, o en el aumento de la inflación, que se situaba en el 4,2% en términos interanuales en abril.

Y las perspectivas no son mejores. El presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Juan Lazcano, afirma que el paro en el sector constructor "todavía no ha aflorado en toda su intensidad" y cree que comenzará a notarse con más fuerza en el último trimestre del año, y sobre todo en 2009, cuando se concluyan las viviendas ya iniciadas y dejen de empezarse proyectos nuevos.

¿Las soluciones?

Según los expertos, hay un amplio abanico donde elegir. El Premio Nobel de Economía 2006, Edmund Phelps, comentaba en una entrevista a Expansión que "eliminar las trabas burocráticas para facilitar la entrada de nuevas compañías, suavizar las protecciones por desempleo, e incrementar la demanda de trabajadores", serían sólo tres de la "veintena" de cambios posibles para reactivar el mercado laboral.

José Antonio Pérez, profesor de la Cátedra Inmobiliaria del IPE, asegura que "bastaría con poner en marcha inversiones en infraestructuras públicas, financiadas incluso privadamente, de tal forma que por cada 10 viviendas que se dejen de construir se inyecte un millón de euros en nuevos proyectos".

Desde Fecoma también solicitan garantías al Gobierno para aumentar las inversiones en obra pública, y apuntan otras cinco medidas más (tres económicas y tres laborales). Entre las primeras, Antonio Garde pide un compromiso firme de todas las administraciones por la promoción de vivienda pública en "una media de 250.000 unidades anuales garantizadas durante un mínimo de cuatro años". En opinión del portavoz sindical, esta medida "serviría para mantener el nivel de empleo" en el sector, ya que la actividad residencial "es la que más trabajo genera", y ofrecería "oportunidades de acceso a la vivienda a muchos colectivos que ahora no pueden". La rehabilitación sería la tercera línea a fomentar.

En el campo de las medidas laborales, Garde apunta a la reducción de una hora extra al día, lo que en su opinión supondría "salvar 258.000 puestos de trabajo", que se generarían para cubrir esos tiempos. Además, su sindicato, junto a UGT, ha solicitado al ministro de trabajo reducir la edad de jubilacón para el sector a los 60 años, lo que significaría "crear 80.000 puestos sólo este año", nos explica. La última medida, hacer cumplir la ley y los convenios en materia de contratos ilícitos, horas extras...

No importa si las medidas que finalmente toma el Gobierno son éstas u otras, pero si hay algo en lo que todos los expertos consultados están de acuerdo es en que es MUY URGENTE que se actúe ya.