Calderón proclama que quiere "más mundo en México y más México en el mundo"

Madrid.-  El presidente mexicano, Felipe Calderón, explicó hoy en el Congreso de los Diputados de España (cámara baja) sus proyectos para hacer de México un país más seguro, libre y desarrollado, y subrayó el carácter "estratégico" de España por su capacidad inversora y su vinculación con la Unión Europea.

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(EFE)

El presidente de México, Felipe Calderón, durante un momento del discurso que ha pronunciado en la visita que ha realizado esta tarde al Congreso de los Diputados eh Madrid.

"Quiero más mundo en México y más México en el mundo", dijo Calderón en su intervención en el Parlamento español durante una sesión solemne en el marco de la visita de Estado que hoy inició a España.

Recibido y despedido con fuertes aplausos por los parlamentarios españoles, Calderón dedicó su intervención a enumerar los pasos dados por su Gobierno en diversos ámbitos, como la economía, la justicia, la igualdad de oportunidades y las conquistas sociales en educación y sanidad.

Se extendió en hablar de economía, apartado en el que subrayó las reformas estructurales impulsadas para mejorar las finanzas públicas y la reducción de la deuda externa, así como para captar inversiones, sobre todo en infraestructuras.

Recordó que, tras EEUU, España es el segundo inversor en México y puso énfasis en señalar que en 2050 su país será una de las cinco principales economías del mundo.

Reconoció que su visita a España tiene como objetivo preferente conseguir inversiones, con la intención de "reducir la dependencia" de su economía respecto a la de EEUU, "en una lógica de diversificación".

Un ámbito de interés especial es el de las infraestructuras, dado que México tiene "3.000 kilómetros de fronteras con la primera economía del mundo", en alusión a EEUU, así como miles de kilómetros de litoral y es una "plataforma logística para el comercio".

Calderón también habló a los parlamentarios españoles de su esfuerzo por modernizar la Justicia y la Policía para combatir mejor la delincuencia organizada, aunque en este punto destacó la importancia de la cooperación internacional.

Reflexionó acerca de la actual coyuntura de América Latina para conseguir su desarrollo y agregó que "la disputa no es entre derecha e izquierda, sino entre modelos que han mostrado ya su fracaso y otros que aún no han demostrado beneficios".

Acompañado de su esposa, Margarita Zavala - que siguió el discurso desde la tribuna de invitados del Congreso - Calderón llegó a media tarde a la Cámara, donde fue recibido por su presidente, José Bono, así como por el del Senado, Javier Rojo.

Los líderes parlamentarios entregaron al presidente mexicano la medalla del Congreso y del Senado, así como un ejemplar facsímil de la Constitución Española de 1978 y un Atlas de la Península Ibérica y de las Posesiones Españolas en Ultramar.

Antes de Calderón tomó la palabra José Bono, quien recordó que en 1977, recién aprobadas las relaciones diplomáticas entre ambos países, pisó el hemiciclo del Congreso el entonces presidente mexicano José López Portillo y también mencionó a la veintena de representantes mexicanos que participaron en la elaboración de la primera Constitución española, de 1812.

Bono tuvo un recuerdo agradecido para otro mandatario mexicano, Lázaro Cárdenas (1934-40), al que aludió cuando evocó el exilio de 30.000 españoles republicanos que abandonaron su país al acabar la Guerra Civil.