Aznar no intervendrá junto a Rajoy, que mantiene la incógnita del numero 2

Madrid.-  A tres días del inicio del XVI Congreso, Mariano Rajoy sigue guardando hermetismo sobre el que será el nuevo secretario general del PP, aunque hoy sí se ha conocido que el ex jefe del Gobierno José María Aznar hablará el sábado y no el domingo junto al líder del partido, como ocurrió en el anterior cónclave.

Después de unos días especulando sobre cuándo se produciría la intervención en el Congreso de Aznar, presidente de honor del PP, y de Manuel Fraga, presidente fundador, el Comité Organizador -que preside el murciano Ramón Luis Valcárcel- ha decidido que sus discursos tengan lugar el sábado por la mañana.

La decisión ha causado sorpresa y cierto malestar en el entorno de Aznar, ya que se esperaba que, al igual que en el XV Congreso celebrado en octubre de 2004, la intervención del presidente de honor fuera el domingo, previamente a la de Rajoy.

La justificación que se ha dado en la reunión del Comité Organizador, según fuentes populares, ha sido que la jornada del domingo, última del Congreso en la que interviene el presidente electo, no acabe muy tarde tal y como ocurrió en 2004.

La portavoz del Partido Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha dicho que esa decisión obedece a criterios "organizativos y de racionalidad".

Sin embargo, otras fuentes han apuntado que con esa decisión se persigue que todo el protagonismo del domingo recaiga en Rajoy y no tenga que competir con José María Aznar.

Así, previamente a Rajoy, el domingo tomarán la palabra el presidente de Nuevas Generaciones, Nacho Uriarte, el presidente del PPE, Wilfried Martens, el presidente de Navarra, Miguel Sanz (UPN), y el de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps.

El Comité Organizador ha acordado también proponer a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, como presidenta de la Mesa del Congreso, e incluir un representante de cada región y de Nuevas Generaciones.

Tras conocer esta decisión, Barberá ha afirmado que espera que el XVI Congreso sea "muy participativo" y con él se cierre el actual "ciclo de reflexión y de organización", para acometer desde el día 23, con intensidad, una labor de oposición.

También se ha aprobado el horario del Congreso y se han ordenado los trabajos de las comisiones que debatirán el viernes las enmiendas vivas presentadas a las ponencias y que tendrán tres presidentes: Federico Trillo (Estatutos), Ana Pastor (Política) y Cristóbal Montoro (Economía).

Mientras se siguen desarrollando los preparativos para el Congreso, una cita clave para el futuro del PP, Rajoy mantiene un absoluto hermetismo sobre el que será desde el próximo domingo su nuevo secretario general, cumpliendo así lo que ya dijo hace meses: que lo desvelaría el día anterior a las votaciones.

Anoche, en una entrevista en Antena 3, dejó entrever a su nuevo número dos y sucesor de Ángel Acebes entre una lista de seis dirigentes: Pío García Escudero, María Dolores de Cospedal, Esteban González Pons, Manuel Lamela, Javier Arenas o Ana Mato.

García Escudero, portavoz del PP en el Senado, ha asegurado hoy que Rajoy no le ha propuesto ser secretario general a partir del próximo Congreso, y que desconoce si se lo va a proponer.

Ayer mismo Arenas, presidente del PP andaluz, afirmaba que la posibilidad de que sea el próximo secretario general "ni se ha planteado, ni se va a plantear", ya que el líder del partido "conoce" su decisión de seguir trabajando en Andalucía.

Por su parte, Sáenz de Santamaría ha manifestado que estaría "encantada" con cualquiera de esos nombres que se barajan para ser secretario general porque son "amigos".

Además, dirigentes del Partido Popular de Madrid han expresado su apoyo a Manuel Lamela como secretario general, entre ellos Juan José Güemes e Ignacio González.

Alguno de ellos ha ido más allá, como el secretario general del PP madrileño y consejero de Presidencia de Esperanza Aguirre, Francisco Granados, quien ha asegurado que su voto como compromisario va a ser para Rajoy.

Además, Granados ha negado que tengan verosimilitud los comentarios que apuntan a que desde la Ejecutiva madrileña se está promoviendo el voto en blanco de los militantes en el XVI Congreso.