Comienza una ofensiva para alejar a los talibanes de las cercanías de Kandahar

Kabul.-  Apenas a 20 kilómetros de la ciudad de Kandahar, en el sur de Afganistán, tropas del Ejército afgano y de la OTAN iniciaron hoy una operación que ha dejado ya 25 muertos y busca recuperar el control de cinco localidades tomadas por los insurgentes.

Según el Ministerio afgano de Defensa, dos soldados del Ejército afgano y tres talibanes murieron en un tiroteo en el distrito de Arghanbad, mientras que otros 20 supuestos insurgentes murieron en un bombardeo de la aviación de la OTAN.

La operación comenzó a las 06.00 hora local (01.30 GMT), en la ribera oeste del río Argandhab, que da nombre al distrito donde se encuentran los pueblos ocupados, como "respuesta a una amenaza directa talibán contra el pueblo", según la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad), bajo mando de la OTAN.

"Está claro que la ciudad de Kandahar permanece firmemente bajo control del Gobierno afgano y su pueblo", aseguró hoy en un comunicado el teniente coronel Dave Corbould, al mando de las tropas canadienses presentes en Kandahar.

Con miles de soldados afganos ya desplegados en el distrito de Arghandab, la operación continuará hasta desalojar a los insurgentes, según un portavoz del Ministerio afgano de Defensa, Zahir Azimi, aunque la ISAF prevé una duración de tres días.

Un representante talibán, Qari Mohammad Yousif Ahmadi, dijo ayer a Efe que los insurgentes están preparados para defender las localidades tomadas ante la ofensiva militar.

"El pueblo está con nosotros, nos quieren aquí. Ahora las fuerzas afganas y de la OTAN están intentando defender la ciudad de Kandahar, pero tenemos el control de todo el distrito" vecino de Arghandab, aseguró por teléfono Ahmadi.

Pero esa versión contrasta con la de un líder tribal del distrito, que aseguró a Efe que los insurgentes han colocado minas en las carreteras de la región, han destruido puentes de las poblaciones tomadas y están forzando a los lugareños a quedarse para luchar con ellos.

La aviación de la OTAN lanzó el lunes panfletos de aviso para que los lugareños abandonen la zona, y de hecho cientos de personas han tenido que dejar sus hogares.

La labor de apoyo de la ISAF se ha concentrado en un incremento de las patrullas y los puestos de vigilancia tanto en la capital regional, como en el distrito de las localidades tomadas por los talibanes, colindante con la ciudad.

"Tras volver del centro del distrito de Arghandab, puedo asegurar que no había signos obvios de actividad insurgente. Esto no significa que los talibanes no estén allí; pero sí que no poseen lo que han reivindicado", dijo en el comunicado el teniente coronel Corbould.

"Las reivindicaciones insurgentes han podido intimidar a la población de la zona. Y esto podría haber causado que los lugareños hayan exagerado los testimonios de actividad insurgente, pero con lo que han sufrido en años pasados, entendemos su preocupación", añadió.

Los poblados fueron tomados por varios centenares de supuestos talibanes, después de que el pasado 13 de junio un grupo islamista asaltara la principal cárcel de la ciudad de Kandahar y liberara a unos 900 presos, entre ellos al menos 350 supuestos insurgentes.

Con su acción en Arghandab, los combatientes talibanes -cuyas fuerzas han sido exageradas, según la ISAF- amenazan no sólo la ciudad de Kandahar, sino también las ruta estratégica que une Kabul con las ciudades del sur y el oeste del país.

Kandahar es uno de los feudos tradicionales de los talibanes en Afganistán, un país en el que han muerto más de 1.600 personas víctimas de la violencia en el año 2008.