El gobierno brasileño quiere restringir la transferencia de futbolistas jóvenes

Río de Janeiro.-  El gobierno brasileño pretende restringir la transferencia al exterior de las jóvenes promesas del fútbol nacional y para ello ya tiene una propuesta que presentará a consideración de la FIFA, dijo hoy el ministro de Deportes, Orlando Silva.

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(EFE)

Las actuales normas de la FIFA establecen que los jugadores de entre 12 y 21 años están en proceso de formación técnica y prevén el pago de compensaciones a los clubes que los formaron en caso de transferencias al exterior.

En una entrevista con una red oficial de radios, Silva se quejó del éxodo de los futbolistas brasileños que, en su opinión, ocurre cada vez con mayor intensidad y más temprano.

El ministro anticipó que la propuesta brasileña eleva de los actuales 18 años a 21 años la edad mínima en que un futbolista puede ser transferido a clubes de otros países.

"Hemos defendido una alteración en la que pedimos que la transferencia apenas pueda hacerse a partir de los 21 años. La propuesta fue muy bien recibida y pretendemos, en los próximos meses, profundizar esa discusión para que los atletas puedan estar más tiempo en sus países", afirmó Silva.

Brasil es el mayor exportador mundial de futbolistas y sus mayores promesas, tentadas por millonarias ofertas de clubes europeos, abandonan el país al cumplir los 18 años o incluso un poco antes.

Según estadísticas de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), en 2007, por lo menos hasta noviembre, 1.085 futbolistas brasileños abandonaron el país, en su mayoría hacia naciones europeas pero también a países de África, Centroamérica y Asia.

Esa cifra había sido de 804 en 2005 y de 851 en 2006.

Para detener la fuga de futbolistas, que reduce el brillo de las competiciones nacionales y deja a los clubes sin jóvenes en los que invirtieron en sus canteras, Brasil aspira a que la FIFA modifique su legislación.

Las actuales normas de la FIFA establecen que los jugadores de entre 12 y 21 años están en proceso de formación técnica y prevén el pago de compensaciones a los clubes que los formaron en caso de transferencias al exterior, pero también permiten la ida de las jóvenes promesas a partir de los 18 años.

Según Silva, la prematura salida de los jugadores brasileños obedece a una particular "economía mundial del fútbol" en la que prima la competitividad de los torneos.

"Perdemos atletas hasta para países como Finlandia, Turquía y Grecia que poseen economías con desarrollo menor debido a que nuestros torneos son menos competitivos", dijo.