Brasil amplía un año la prohibición de comercializar soja en la Amazonia

Río de Janeiro, 17 jun (EFE).- El Gobierno brasileño amplió hoy por un año la prohibición de comercializar soja plantada en terrenos desforestados de la Amazonia y anunció su intención de extender esta medida a los sectores de la madera y de la carne, informaron fuentes oficiales.

(EFE)

El acuerdo sobre la soja fue firmado en Brasilia en un encuentro entre productores, el Gobierno y varias organizaciones civiles ecologistas, entre ellas la internacional Greenpeace.

"La moratoria es una iniciativa exitosa de la sociedad civil. El Gobierno está entrando ahora y se compromete a realizar el registro y licenciamiento ambiental de las propiedades rurales en el bioma de la Amazonía, dijo el ministro del Medio Ambiente, Carlos Minc, en una rueda de prensa posterior a la reunión.

A cambio de estas medidas que beneficiarán a los propietarios rurales en la Amazonía, el Gobierno pedirá "contrapartidas" a los productores, como la presentación de un balance más detallado de los avances conseguidos hasta ahora con la moratoria de la soja y un estudio en el que se detallen las áreas más problemáticas.

El director de la campaña Amazonía de Greenpeace, Paulo Adario, afirmó que la decisión es muy importante porque confirma que es posible garantizar la producción de alimentos sin que sea necesario derrumbar ni una hectárea más de la Amazonía.

Tras la firma de la prorrogación de la moratoria de la soja, el ministro aseguró que el Gobierno quiere extender estos acuerdos "con el mismo espíritu" al sector maderero y al de la carne.

Según detalló Minc, el Gobierno ya ha establecido contacto con dirigentes de las asociaciones madereras y con propietarios de grandes empresas de exportación de carne, que han mostrado su "disposición" a firmar un acuerdo en este sentido el mes que viene.

Brasil es uno de los principales productores y exportadores mundiales de soja y el país está bajo presión internacional de ecologistas.

Según ecologistas, variedades tropicalizadas de este cultivo avanzan hacia territorios vírgenes del oeste y el norte del país, especialmente en el estado amazónico de Mato Grosso y en el de Rondonia.

Empresas madereras y ganaderas que después dan paso a las grandes extensiones agrícolas son las principales responsables por una deforestación sistemática que solamente en abril -según datos oficiales- acabó con 1.123 kilómetros cuadrados de selva.