Cuatro aspirantes para el GP más aburrido del año

La F1 repite en Magny-Cours con un mundial al rojo vivo. Kubica encara la prueba como líder en solitario, seguido de Hamilton, Massa y Räikkönen. Alonso debe romper la sequía de puntos que acusa su escudería desde el GP de Turquía.

(EFE)

Fernando Alonso, de Renault, a su llegada al circuito Magny Cours, cerca de la localidad francesa de Nevers.

Si han estado en Magny-Cours alguna vez conocerán a la perfección la definición de la nada. Pocos hoteles, pocos restaurantes, vida rural… y encima, un circuito que no nos regala una carrera entretenida de veras desde que Heinz-Harald Frentzen se impusiera con su Jordan-Mugen Honda en 1999. Esperemos que, como entonces, caiga un poco de agua…

La Fórmula 1 se adentra en el interior francés con un líder sorprendente (Robert Kubica), dos Ferrari en crisis (Kimi Räikkönen y Felipe Massa) y un McLaren sancionado (Lewis Hamilton). Nadie lo esperaba. De hecho, hacía nueve años que un nuevo constructor no ganaba un GP de F-1 (para encontrarlo nos tendríamos que remontar al triunfo de Stewart Racing en el GP de Europa de 1999, la misma carrera en que nuestro Marc Gené sumó el primer punto de su carrera deportiva), pero con seguridad no va a ser la última. Al polaco sólo le queda un reto: mejorar su actuación en la clasificación, motivo que le trajo a los entrenamientos privados de Barcelona de este pasado fin de semana.

Sin embargo, Magny-Cours es, a priori, un circuito Ferrari. Los autos rojos rodaron como relojes el pasado fin de semana en Montmeló, un trazado muy similar al francés, hecho que invita a apostar por la casa de Maranello para este domingo. Claro que lo mismo pensábamos en Canadá y, al final (incidentes en boxes al margen), el McLaren-Mercedes demostró su superioridad tanto en clasificación como en carrera. En cualquier caso, los pilotos de la Scuderia tienen ante sí una oportunidad de oro para distanciarse de Hamilton en la provisional del Mundial, visto que el inglés perderá diez posiciones en la parrilla de salida por su choque con Räikkönen en el pit lane canadiense (Nico Rosberg, también implicado en el incidente, ha recibido el mismo castigo).

McLaren-Mercedes afrontará la carrera trabajando por y para Hamilton. Heikki Kovalainen está prácticamente descartado de la carrera por el título, así que el finlandés deberá jugar un rol muy parecido al asumido por Felipe Massa en las últimas carreras de 2007. En esta ocasión no lo tendrá fácil, a la vista de la posición de salida de su compañero que, en el mejor de los casos (si consigue la pole), deberá partir en undécimo puesto.

¿Y qué hay de nuestro Fernando Alonso? Que nadie se extrañe si el sábado asistimos a la primera pole position del asturiano en 2008. En esta carrera más que nunca, Fernando tiene que devolver la moral a un equipo y una marca muy tocados por la falta de resultados y la fortísima crisis del sector del automóvil, respectivamente. Sin embargo, la realidad dominical será harina de otro costal. El R28 estrena en Magny-Cours importantes retoques en la suspensión y algunas novedades aerodinámicas, principalmente en el alerón delantero y la zaga del monoplaza. Sin embargo, algo más importante que eso, el equipo técnico de la firma del rombo, con el diseñador Bob Bell a la cabeza, ha dado respuesta a la pregunta que su superior, Pat Symonds, hacía pública en Canadá: ¿Coche de 2008 evolucionado o dedicación absoluta al de 2009? Bell lo tiene claro: "Mantendremos nuestro agresivo plan de desarrollo para el R28". Parece ser que las esperanzadoras actuaciones de Alonso en Mónaco y Canadá han despertado el ingenio de las mentes de Renault, quién sabe si presionadas por una fuga de su primer piloto en 2009. Veremos.

En resumen, prepárense para un domingo cargado de estrategia y pasadas de frenada o intentos de adelantamiento en la horquilla de Adelaida. Estén atentos a sus pantallas el sábado y el domingo a las 14 horas, a ver si, después de nueve años de tedio, Magny-Cours nos regala un poco de diversión.