Los misterios y los secretos de los inventos de Da Vinci llegan a Buenos Aires

Buenos Aires.-  Leonardo Da Vinci no fue sólo el pintor de la Gioconda, el cuadro más conocido del mundo, si no que fue un gran anatomista, astrólogo y escultor cuyos ingeniosos inventos se muestran ahora fielmente reproducidos en Buenos Aires, gracias a la exposición "Da Vinci. El genio".

ampliar foto

(EFE)

Leonardo Da Vinci no fue sólo el pintor de la Gioconda, el cuadro más conocido del mundo, si no que fue un gran anatomista, astrólogo y escultor cuyos ingeniosos inventos se muestran ahora fielmente reproducidos en Buenos Aires.

Ver algunos de los artilugios ideados por el italiano, e incluso poder manejarlos, observar sus milimétricos dibujos del cuerpo humano, recordar que fue el creador del tanque o del aeroplano y descubrir algunos de los secretos que rodean a sus pinturas más famosas, como "La Mona Lisa" o "La última Cena", son parte de los atractivos de la muestra.

Tras recorrer ocho países y ser visitada por más de un millón y medio de personas, la exposición que reúne casi todas las facetas del genio del Renacimiento abrió sus puertas este lunes y se podrá visitar hasta el próximo 13 de julio en uno de los centros comerciales más grandes de la capital argentina.

Para poner en marcha este proyecto, que comprende más de doscientas piezas, ha hecho falta un gran trabajo por parte de los artesanos que han llevado a la práctica muchos de los bocetos del florentino, nacido en 1425 y fallecido en 1519.

No fue fácil, dado que los extensísimos manuscritos estaban desordenados y los artesanos tuvieron que estudiar detenidamente los cuadernos con sus dibujos y escritos, aprender para ello un viejo dialecto florentino, descifrar a veces los textos a través de un espejo y además hacerlos realidad con las técnicas y materiales de que se disponía en el siglo XV.

El resultado es una gran cantidad de artilugios divididos en varias salas, con instrumentos de música, óptica y medición del tiempo, instrumentos militares, civiles y construcciones hidráulicas y aéreas de una genialidad admirables.

Así, el público puede poner en marcha algunas de las maquinarias que Da Vinci ideó para transformar energía horizontal en vertical, para martillear sin esfuerzo o los sistemas de pesas que facilitaban las actividades comerciales.

El italiano fue además pionero en observar la ciencia del vuelo y, tras analizar patrones de movimiento en aves y murciélagos estudiando la anatomía de sus alas, desarrolló varios diseños para conseguir que el hombre alzara el vuelo, primero imitando las formas de los pájaros y después ideando diseños con funcionamiento mecánico.

Algunos de esos grandes proyectos se encuentran también en la muestra, así como los que ideó para el medio acuático, tales como barcas, escafandras o puentes de diversas formas y utilidades.

Da Vinci vivió en tiempos de guerra, lo cual le empujó a diseñar también artillería militar, con lo que muchos de los visitantes descubren con sorpresa en esta exposición que el genio pacifista fue el inventor del tanque, de la catapulta, del cañón a vapor o de metralletas capaces de disparar muchas balas en varias direcciones distintas.

Además de los curiosos inventos, la exposición presta atención a la faceta más conocida y divulgada de Da Vinci, la de pintor, proponiendo al visitante un paseo al interior de "La Gioconda" para conocer algunos de sus misterios y, por ejemplo, los colores originales que el pintor quiso plasmar en su obra.

Uno de los veinticinco misterios que el público puede conocer de la célebre "Mona Lisa" es por qué no tiene cejas ni pestañas, ya que el estudio fotográfico realizado con una cámara especialmente diseñada para ello demuestra que éstas fueron borradas por el tiempo y las sucesivas restauraciones de la pintura.

Este pormenorizado estudio fotográfico, que realizó el ingeniero francés Pascal Cotte, utilizando sensores capaces de captar además de las ondas lumínicas del espectro visible las infrarrojas y ultravioletas, permite al visitante apreciar los colores brillantes con los que la "Mona Lisa" fue originalmente retratada y saber que el autor había proyectado una sonrisa más expresiva para ella.