Majos y petimetres sumergen a Piedrahíta (Ávila) en pleno siglo XVIII

Piedrahíta (Ávila).-  Majos y petimetres inundan desde esta mañana las calles de la localidad abulense de Piedrahíta (2.100 habitantes), que durante este fin de semana rememora su época de mayor esplendor y se sumerge en pleno siglo XVIII, cuando la Casa de Alba contó con una pequeña corte en un palacio de estilo versallesco que aún existe.

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(EFE)

El mago Monty lee el pregón inaugural de la quinta edición del proyecto cultural y turístico 'Piedrahíta goyesca', que se desarrollará hasta el domingo en esta localidad abulense.

Se trata de la quinta edición del proyecto comarcal 'Piedrahíta Goyesca', organizado por la Asociación RoVles y el Ayuntamiento de este municipio situado a 60 kilómetros al suroeste de la capital, en la vertiente norte de la Sierra de Gredos.

El lema escogido este año, 'Divertimento', que enlaza con la obra del músico austríaco Haydn 'Seis divertimentos', de 1782, y al mismo tiempo supone una invitación a piedrahitenses y visitantes para que disfruten de esta fiesta.

Los impulsores de esta iniciativa turística justifican la elección del lema de este año, recordando que Goya pintó al XIII duque de Alba, esposo de doña Teresa Cayetana -XIII duquesa de Alba-, con una partitura de Haydn.

La XIII duquesa de Alba, musa de Francisco de Goya, pasó largas temporadas en esta comarca abulense en la que se constituyó una pequeña corte y donde el pintor de Fuendetodos se dice que realizó algunas de sus más destacadas obras, como 'El verano' y 'La vendimia'.

Para recordar aquella época de esplendor, la Asociación RoVles ideó esta celebración en la que Piedrahíta retorna tres siglos atrás en el tiempo y recupera el colorido de una etapa de gran eclosión cultural.

Por ello, estos días majos y petimetres vuelven a inundar sus calles ataviados con los trajes típicos de su condición social, tal y como esta mañana ha hecho el mago 'Monty', encargado de pronunciar el pregón inaugural de 'Piedrahíta Gosyesca', ante cientos de vecinos y visitantes.

Al respecto, ha destacado la "originalidad" de una fiesta que supone "un carnaval anticipado o retrasado" y que "tiene que ir a más", de manera que en esta edición suponga "el divertimento" que se busca en este tipo de celebraciones.

Mientras el medio centenar de puestos abría sus puertas al público y la afluencia de público era cada vez mayor en la Plaza de España, 'Monty' invitaba a los piedrahitentes a "vestir de aquellas galas" que servían para distinguir a unos y otros.

Así, los majos, pertenecientes a las clases más humildes, solían vestir lo que se denominaba moda española, con un estilo que se parecía al de los personajes de la famosa serie de 'Curro Jiménez'.

Por su parte, los afrancesados petimetres, pertenecientes a la clase alta, se distinguían por su atuendo compuesto de levita, chaleco floreado, puntillas en cuello y puños, pantalones bombachos, zapatos con hebillas, medias y otros complementos.

Las mujeres, que utilizaban como complementos las redecillas en el pelo, las grandes pelucas, los encajes, los parasoles o los abanicos, utilizaban vestidos largos y coloridos.