Rajoy agradece su labor a Acebes y a los militantes vascos sin citar a San Gil

Valencia.-  El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha agradecido hoy el trabajo que han realizado en el partido algunos dirigentes salientes, y se ha referido en concreto a Ángel Acebes y a "un grupo de militantes" del País Vasco, pero sin citar expresamente a María San Gil.

Rajoy ha hecho público ese agradecimiento en su intervención ante el plenario del XVI Congreso del PP para presentar su candidatura para volver a presidir el partido.

En el capítulo de agradecimientos, se ha dirigido a quienes le han acompañado en la dirección del partido los últimos cuatro años y van a abandonar sus responsabilidades en el Congreso de Valencia.

"No vamos a prescindir de ellos. Este partido no se puede permitir el lujo de prescindir de nadie y, menos aún, de quien ha demostrado su capacidad", ha añadido.

Aunque ha subrayado que no podía pormenorizar los méritos de todos ellos, ha hecho dos excepciones, y la primera de ellas ha sido el hasta ahora secretario general del PP, Ángel Acebes.

De él ha elogiado su "lealtad, esfuerzo, aportaciones y generosidad". "Ángel -ha proseguido- se ha dejado la piel trabajando por este partido; se la ha dejado ahora y se la lleva dejando muchos años".

Para Rajoy, pocas personas como Acebes han sido tratadas tan injustamente por los adversarios del PP y pocas personas merecen tanto el reconocimiento y aplauso de los militantes del partido.

"Yo estoy seguro de que, como siempre, Ángel va a seguir siendo una referencia y un ejemplo para todos en lo mucho que le queda por hacer en el Partido Popular", ha añadido en medio de una ovación dirigida al hasta ahora secretario general.

La segunda excepción que ha hecho Rajoy en su agradecimiento a los que abandonan responsabilidades de dirección ha sido algo más genérica: "un grupo de militantes a los que todos llevamos permanentemente en el corazón, los compañeros del País Vasco".

A su juicio, los militantes del PP vasco no son unos más, porque en ninguna otra parte es tan difícil, exigente y peligroso defender las ideas del partido.