Berlusconi convierte su inmunidad en prioridad para el Estado

El Senado italiano aprobó ayer el llamado "paquete seguridad", una medida que prevé más militares en las ciudades, más expulsiones para los inmigrantes irregulares y, en particular, más inmunidad para el primer ministro, Silvio Berlusconi, gracias a la enmienda "salva juicios", que congela los procesos en los que está implicado Il Cavaliere. Ahora, el Ejecutivo prepara una nueva ley de inmunidad judicial para los altos cargos del estado, entre ellos, el propio Berlusconi, quien festeja y dice que los jueces son la "metástasis" de la democracia.

Con un golpe de espada y la fuerza de una amplia mayoría parlamentaria, el primer ministro italiano ha cortado todas sus cuentas pendientes con la justicia. La norma "salva juicios", rechazada duramente por la oposición, prevé el congelamiento de los procesos por los casos delictivos que no crean alarma social cometidos hasta finales de 2002.

Entre estos casos figura él del abogado británico David Mills, imputado junto a Berlusconi en juicio por corrupción. Il Cavaliere está acusado de haber pagado 600.000 dólares a Mills en 1997 con supuestos "fondos secretos" de su imperio mediático Mediaset, para que no revelara detalles incriminatorios de sus negocios. Ambos rechazan firmemente las acusaciones. Este juicio se suspende durante un año, para dar prioridad a otros juicios por casos "más graves", es decir, procesos con penas superiores a los 10 años de reclusión.

Es así que, ladrillo tras ladrillo, Berlusconi se construye su fortaleza inatacable desde la que gobernará deliberadamente el país. Hace una semana, el parlamento aprobó una polémica medida que impide las escuchas telefónicas con fines judiciales por casos de corrupción. Y ahora el ministro de justicia Angelino Alfano anuncia que está lista la ley de inmunidad para cuatro altos cargos más, la llamada "Lodo Schifani". "Va a ser breve. Racional. Inatacable", asegura Alfano, "la tutela podrá valer sólo por un mandato, pero se podrá renovar si cambia de función".

La comisión internacional de juristas denunció ayer los ataques de Silvio Berlusconi a la independencia del sistema judicial, ya que considera que la norma "salva juicios" es contraria al principio de división de poderes. "La comisión está preocupada porque esta medida, aparentemente tomada con objetivos políticos, es contraria al cuarto de los Principios Básicos de Naciones Unidas sobre la Independencia del Poder Judicial, que prohíbe cualquier interferencia inapropiada y sin garantía en el proceso judicial", afirma su declaración.

"El hecho de que el primer ministro introduzca una medida especial como parte de un decreto de seguridad, que retrasa los procesos, incluido el suyo, establece un preocupante precedente para la administración de la justicia criminal en Italia", continúan los jueces.

Berlusconi nunca ha ocultado su desprecio hacia los magistrados, que considera "comunistas" y a los que ha aconsejado "exámenes psíquicos". Nunca había llegado a tanto: proteger a Il Cavaliere de los juicios se ha convertido en una prioridad para Italia. "Desde que entré en política, paso mis sábados con mis abogados preparando las audiencias judiciales", dijo esta mañana el presidente en una conferencia en la Patronal, "en las que soy objeto de las atenciones de los jueces ideologizados, que representan una metástasis de nuestra democracia". Algunos empresarios silbaron.