Ruth de Cardoso, una intelectual de vuelo e incansable luchadora social

Brasilia.-  La antropóloga y ex primera dama Ruth de Cardoso, fallecida hoy en Sao Paulo, fue como su marido, el ex jefe de Estado Fernando Henrique Cardoso, una de las intelectuales más brillantes de Brasil y también una incansable luchadora social.

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Doña Ruth, como la conocía la mayoría de los brasileños, murió en su casa, junto a su esposo, apenas un día después de haber recibido el alta en el Hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo, donde había sido internada el pasado sábado para ser tratada de problemas cardíacos.

Su fallecimiento, a los 77 años, ha enlutado al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), justo en vísperas de su vigésimo aniversario, que sería celebrado mañana con gran pompa en Brasilia.

Las fiestas planificadas por el partido fueron suspendidas y el presidente de la formación, Sergio Guerra, manifestó que todos los líderes y militantes se han plegado al duelo de la familia Cardoso.

Ruth Vilaça Correia Leite Cardoso nació en Araraquara, un pequeño pueblo del interior de Sao Paulo, el 19 de septiembre de 1930, y fue conocida en los medios académicos de Brasil antes de casarse en 1953, con quien sería presidente del país entre 1995 y 2003, período en el que fue la "cara social" del Gobierno de su esposo.

Graduada en ciencias sociales en la Universidad de Sao Paulo, en la que luego culminó sus estudios de antropología, Ruth de Cardoso comenzaba a brillar con luz propia en los círculos académicos cuando, en 1964, se vio obligada a partir con su marido al exilio durante tres años, perseguidos ambos por el régimen militar.

Vivieron en Santiago de Chile, donde él trabajo en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y ella dictó clases de antropología en la Universidad de Chile y en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

Como docente, también trabajó en el Centro para Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra (1977), y en la Casa de Ciencias del Hombre de París, en 1981.

Cuando su marido asumió la presidencia de Brasil, en 1995, Doña Ruth pudo volcar sobre el terreno real su preocupación por los menos favorecidos y creó el Programa Comunidad Solidaria, inspirador de muchos de los programas sociales aún en vigencia hoy en el país y adoptados por el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

Mujer de pocas pero punzantes palabras, fue una voz crítica del Gobierno de Cardoso, al que la izquierda que hoy está en el poder tildaba de "neoliberal".

Como primera dama, no dudó en valerse de sus conocimientos de antropología para posicionarse claramente en favor del aborto, ni ocultó sus preocupaciones sociales al declararse en favor de que los más pobres apelaran al saqueo si era necesario para saciar su hambre.

Muchas de esas inquietudes fueron volcadas en su prolífica obra y en libros como "Movimientos populares en el contexto de la consolidación de la democracia en Brasil" (1992), publicado en Colorado (EE.UU.), o "Acciones colectivas y comunidades locales en Brasil", editado en 1991 en Egipto.

Autora también de diversos trabajos sobre la juventud, Ruth Cardoso contribuyó en más de una ocasión a la polémica sobre la legalización de las drogas en Brasil.

En 1996, siendo ya primera dama, declaró con fervor su apoyo a la despenalización del consumo de marihuana en un programa dirigido a un público adolescente, con lo que alborotó a los sectores más conservadores del país y le creó más de un problema al Gobierno de su esposo.