Invertidos 1,7 millones en la restauración del claustro gótico-mudéjar de San Pedro

Teruel.-  El departamento de Política Territorial del Gobierno de Aragón ha invertido 1,7 millones de euros en la restauración del claustro gótico-mudéjar de San Pedro, que hoy inaugura el vicepresidente del ejecutivo autonómico, José Ángel Biel.

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(EFE)

El vicepresidente aragonés, José Ángel Biel, durante una rueda de prensa.

Una restauración que supone un paso más en el proceso de recuperación del patrimonio mudéjar de la ciudad de Teruel, que se inició en 1985 con el expediente para la declaración de las cuatro torres mudéjares, el ábside de San Pedro y de la techumbre de la catedral como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que se consiguió en noviembre de 1986.

La recuperación que se ha llevado a cabo desde entonces por los arquitectos Antonio Pérez y José María Sanz ha consistido en la rehabilitación de las torres del Salvador, San Martín y San Pedro y la iglesia de San Pedro con sus decoraciones neobizantinas.

Paralelamente se ha restaurado la techumbre policroma e historiada de la catedral, se ha trabajado en la restauración de la cubierta de este mismo templo y se ha construido un nuevo Mausoleo para dignificar la exhibición de los cuerpos momificados que se atribuyen a los Amantes de Teruel.

La restauración del claustro gótico-mudéjar ha estado acompañada de la recuperación y rehabilitación del ábside del templo siempre con criterios conservadores, según uno de los arquitectos responsables, José María Sanz.

Sanz destacó que la intervención sobre el claustro, el único conservado en Teruel, ha tenido por una parte que solucionar problemas estructurales que garanticen la preservación del monumento.

En cuanto al aspecto señaló que una intervención realizada a principios del siglo XX ya dejó a la vista el aspecto mudéjar de los arcos con su estructura en ladrillo que se ha mantenido al igual que los elementos que se incorporaron en bóvedas y muros exteriores.

Sanz recordó que este claustro siempre tuvo problemas estructurales agravados por la intervención de principios del siglo XX que introdujo materiales como el hormigón, entonces un material novedoso, pero que se ha degradado.

Se han mantenido decoraciones de esa época que en ocasiones se han atribuido al pintor Salvador Gisbert, con figuras humorísticas y personajes como un saxofonista tocado con un sombrero de hongo.

Los arquitectos han destacado el uso de una piedra procedente de una cantera de Blancas (Teruel) de color claro para los pavimentos de los corredores y del patio interior del claustro así como para las paredes de los corredores.

Para Sanz la intervención se podría comparar a poner un marco actual a un cuadro antiguo y siempre respetando las actuaciones llevadas a cabo a lo largo de los siglos sobre esta edificación.

Queda pendiente una nueva actuación que se acometerá sobre el terreno que rodea exteriormente al claustro que tendrá un componente ajardinado y una permeabilización visual al exterior del recinto religioso.

Un complejo formado a lo largo de los siglos a partir de un pequeño templo que fue sustituido por el actual, gótico-mudéjar de grandes dimensiones con el claustro, que incorporó la torre mudéjar y que en parte se asienta sobre zonas de vivienda, quizás de agricultores al haberse hallado restos arqueológicos vinculados a actividades agropecuarias.