CDC denuncia la "operación" de ERC para volver a una falsa equidistancia

Barcelona.-  El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, ha denunciado hoy la "operación" puesta en marcha por ERC para volver a una supuesta equidistancia entre socialistas y convergentes que, en su opinión, es una "farsa".

Después de que hoy el presidente de ERC, Joan Puigcercós, haya asegurado que la formación de un gobierno de unidad en Cataluña es "una posibilidad muy real" si el Tribunal Constitucional (TC) rebaja el Estatuto y provoca así una crisis institucional, Puig ha enfriado cualquier perspectiva de acercamiento entre ERC y CiU.

"Es una maniobra de distracción, un simple guiño a CiU", ha asegurado con respecto a las palabras de Puigcercós.

Puig ha destacado el contraste entre la "foto de matrimonio de conveniencia" que ayer Puigcercós se hizo con el presidente catalán, José Montilla, y el "canto de sirena" que ha lanzado hoy a CiU.

"CiU no participará en esta farsa. Al contrario, intentaremos desmontar esta operación de retorno a una equidistancia virtual de ERC", ha advertido.

Puig ha recordado que "la apuesta generacional de ERC se llama PSC y tripartito, y que no engañen más".

"No nos creemos la equidistancia de ERC, no es sincera, por dos veces han hecho el tripartito. Por lo tanto, que se centren en el tripartito, que se concentren en gobernar con el PSC hasta el final de la legislatura. Cualquier distracción de su labor de gobierno es perjudicial para Cataluña", ha subrayado.

Para Puig, el hecho de que ERC suela amagar con acercarse a CiU para al final acabar siempre girando el timón hacia el PSC "provoca que la gente acabe mareada".

Puig no cree que estos indicios de acercamiento de ERC hacia CiU respondan sinceramente al llamamiento que en las últimas semanas se han lanzado desde CDC, incluso por parte de Artur Mas, en favor de reconstruir puentes con los republicanos.

Por otra parte, Puig ha arremetido contra el secretario de organización del PSC, José Zaragoza, que ayer criticó que CDC acudiera al acto convocado por Òmnium Cultural, en el que se cuestionó la legitimidad del TC para fallar sobre el Estatuto.

Según Puig, las críticas de Zaragoza se deben al "exceso de nerviosismo del PSC ante cualquier movimiento de CiU" y a una "estrategia de fuego de distracción para intentar disimular los problemas de los socialistas".

Entre los problemas que Puig observa en el PSC figuran su "impotencia" por carecer de voz propia en Madrid, su "deriva de entrega y subordinación española" o la falta de "solvencia y estabilidad" en el gobierno de la Generalitat.