Angélica Prats dice que el atentado contra su padre fue una traición y el Ejército debe pronunciarse

Santiago de Chile.-  Angélica Prats, hija del jefe del Ejército chileno Carlos Prats, asesinado junto a su esposa en Buenos Aires en 1974, dijo que el atentado fue una traición y que el Ejército debería pronunciarse sobre el crimen.

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(EFE)

Para María Angélica Prats, hija del general chileno Carlos Prats, asesinado en Buenos Aires en 1974, el país ha evolucionado y se han restituido los valores fundamentales.

"Cuando hay oficiales que son capaces de atentar contra quien fue su comandante en jefe, el Ejército tiene mucho qué decir. Fue un acto de traición", dijo en entrevista con Efe una de las tres hijas del general que antecedió en el cargo a Augusto Pinochet.

El pasado lunes, el juez Alejandro Solís dictó la condena más alta en un caso de violación a los derechos humanos por la participación de agentes del Estado chileno durante la dictadura.

Solís sentenció a doble cadena perpetua al general Manuel Contreras, jefe de la DINA, el aparato represor de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), por el crimen de Prats y de su esposa, Sofía Cuthbert, quienes murieron al estallar una bomba colocada en su automóvil.

El magistrado también dictó duras penas de presidio contra otros ocho militares involucrados en el doble asesinato ocurrido en el barrio bonaerense de Palermo, donde vivía el matrimonio tras exiliarse a Argentina a raíz del golpe de Estado que Prats, como militar constitucionalista, jamás aceptó.

Durante la Cumbre del Mercosur celebrada esta semana en Tucumán (Argentina), la presidenta chilena, Michelle Bachelet, hija de un militar constitucionalista, que fue encarcelado y torturado por sus propios compañeros de armas, se refirió a esta histórica sentencia y dijo que se sentía orgullosa de que por fin, tras 34 años, se hubiera hecho Justicia.

"Volví a dimensionar la gravedad de un crimen planificado, organizado por militares que hasta un año antes habían sido compañeros de mi padre", dijo Angélica Prats a Efe, quien aunque se haya condenado a los culpables siente que "faltó una de las personas responsables", en referencia a Augusto Pinochet, muerto en diciembre de 2006.

"La Justicia argentina definió claramente las responsabilidad de Pinochet en los hechos", afirmó Prats, quien destacó la labor de la jueza argentina María Servini de Cubría, cuyos avances en la investigación supusieron la reapertura del caso en Chile.

"Después de 34 años soy capaz de seguir viviendo, de volver a sonreír, pero eso no cura las heridas. Es un dolor para siempre", dijo.

Cuando ocurrió la tragedia, las tres hermanas Prats (Sofía, Angélica y Cecilia) vivían en Chile y decidieron seguir adelante con sus vidas profesionales y familiares, "pero nos comprometimos con nuestros padres y con el país a que no íbamos a claudicar, que teníamos que llegar a la verdad", recalcó.

"Pasamos mucho susto, con situaciones de control, autos parados frente a casa, teléfonos intervenidos.... sí, tuvimos mucho miedo" mucho miedo", recalcó la educadora de párvulos.

Angélica Prats valoró el gesto que tuvo el Ejército cuando en 2005 rindió un homenaje a la memoria de su padre.

"Fue un homenaje muy emocionante. Eso nos reconcilia notablemente", declaró Angélica, quien afirmó que ahora Chile le ha hecho Justicia a su padre, un hombre que defendía "la vía de una solución pacífica a hechos que vivimos tan violentamente".

Para la hija del general Prats, el país ha evolucionado y se han restituido los valores fundamentales, lo cual representa "un logro de la democracia".

Aunque reconoce los esfuerzos para reparar a las víctimas, admite que "igual no se ha hecho lo suficiente".

"La historia ya está escrita, pero falta que los familiares de los detenidos desaparecidos y de los torturados puedan estar tranquilos".