Una exposición en primera persona

Esta muestra es importante para mí por muy distintas razones: entre otras, el marco, la sección oficial de PhotoEspaña 08 y la Casa de América; por otro lado la nueva situación desde la que abordo la estructura creativa de mis proyectos, alejándome de la creación colectiva y enfrentándome al proceso individualmente, algo que no hacia desde 1997 y por supuesto porque es la primera vez que se pueden ver mis trabajos en Madrid desde hace un par años y con todos estos cambios.

La exposición gira alrededor de 3 piezas autónomas que centran la atención en temas sociales, sobre todo políticos, y desde las que me sitúo frente a nuestra sociedad, lo que en ella ocurre y la actuación de los políticos para aportar soluciones a estas cuestiones sociales, políticas e ideológicas. Si hubiera que buscarle un título quizá hubiera podido ser: 'Revolution, What!?.

La primera pieza que encontramos es 'Ne travaillez jamais [Bajo los adoquines está la playa]'.

Desde la costa de Tánger es visible la costa europea, para algunos, es como un sueño al alcance de la mano. La seducción publicitaria invita a pensar que un paraíso de felicidad y consumo al alcance de la mano de cualquiera y sus cantos de sirena llevan a "quemar el mar" a muchos individuos. La realidad a este lado es bien distinta: los cantos de sirena son los mismos, la seducción es la misma, pero el acceso a determinados bienes y situaciones no está al alcance de cualquiera. Algunas de las consignas del mayo francés apelaban al potencial que la clase trabajadora tenia en sus manos para paralizar el sistema de producción y cambiar el orden existente de las cosas: otro mundo era posible. 40 años después, la precariedad de las relaciones laborales y sociales congela cualquier ilusión.

Esta pieza es una proyección de vídeo de gran formato realizada a través de una serie de fotografías tomadas en Tánger en las que vemos una situación recurrente en la historia del arte: un hombre o una mujer sentado frente al mar, de espaldas a nosotros. En este caso nos darnos cuenta muy rápido de que no se trata de una escena romántica, no invita a la melancolía sino que nos haba de un contexto social extremadamente duro. Al fondo, en el horizonte el objeto de deseo: la costa europea. En un principio esta pieza estaba pensada con una serie de elementos destinados a facilitar su comprensión, sin embargo decidí sintetizarla y reducirla a su mínima expresión en aras de una mayor potencia visual.

La segunda propuesta es 'Un paso adelante, dos atrás'.

La globalizacion y el liberalismo nos transmiten la idea de que vivimos en un mundo feliz, autoregulado por las leyes del mercado y solo amenazado por el terrorismo del que aparentemente nos protege y que a la vez genera. Esta es la realidad con la que convivimos desde la caída del muro de Berlín. En este contexto la izquierda parece haber perdido todos sus referentes y se ha instalado en la mas profunda de las divisiones, perdiendo su capacidad para aportar soluciones a los problemas que nos rodean.

La poderosa maquinaria simbólica de la izquierda revolucionaria nos aporta algunas de las imágenes que mejor explican esta situación; 'Un Paso Adelante, Dos Atrás', es una vídeo instalación en 9 canales: 8 pantallas verticales se corresponden con una persona diferente en cada una, sin fondo, cantando La Internacional en distintos idiomas (Inglés, Francés, Alemán, Italiano, Español, Rumano, Ruso y Chino) que se superponen, creando un, aunque reconocible, caótico coro cacofónico; ante ellos una vídeo-proyección nos adentra en el interior del Mausoleo de Lenin con su momia...

No se trata de una pieza pesimista, el coro como conjunto impide distinguir una voz de otra, creando una masa sonora sin sentido, pero cuando nos tomamos la molestia de acercarnos a cada uno de los personajes que compone este coro podemos distinguir perfectamente sus voces de forma individual: la división de la izquierda también es una construcción a la que muchos se han agarrado desde fuera para desacreditarla sin poner en valor la riqueza de las aportaciones de esas voces. Esta pieza la presenté por primera vez en la última Bienal de Estambul.

Finalmente veremos 'Un país, un ejército. (Un pueblo, una nación)'.

Entrando en un largo pasillo topamos de frente con el rostro impertérrito de unos jóvenes soldados mirando más allá de nosotros, continuamos hasta que tres grandes proyecciones, al modo de spot de reclutamiento del ejército, referencian el lugar por un lado, al factor humano, y los recursos materiales por otro.

Esta pieza habla de derivas ideológicas y de la situación en España. Un elemento enormemente distorsionador de la convivencia pacifica, se pretende como un elemento de defensa activa de posicionamientos ideológicos de izquierda radical, que si bien ha perdido toda razón de ser y contacto con la realidad, con su empecinamiento en mantener la lucha armada como estrategia de argumentación ideológica, se ha convertido sin embargo en la gran baza de los partidos nacionalista de corte conservador para ir imponiendo políticas cada vez más reaccionarias, asumiendo como propias algunas de las reivindicaciones simbólicas de la izquierda. No tanto como un ejercicio de ingeniería ideológica como de confluencia de intereses.

Desde la educación a la justicia, desde la creación de selecciones nacionales de distintos deportes a un cuerpo de policía propio. Cada paso de las instituciones locales confirma un camino marcado en donde la presencia amenazante de un enemigo violento justifica la violencia misma de cualquier respuesta. La fantasía de un ejército nacional propio, no deja de encender en nuestras conciencias una inquietante intranquilidad. Esta pieza se construye con imágenes, ideas y slogans que en su contexto original no llaman la atención en exceso pero en cuanto los colocamos en otro cambian por completo... Una pista: un pueblo, una nación es el slogan que utilizó la Comunidad de Madrid en su campaña de promoción de las fiestas del 2 de mayo.

Mientras se gestaba esta exposición ha habido numerosos cambios, de hecho solo la pieza 'Un paso adelante, dos atrás' se ha mantenido tal y como estaba pensada desde un principio, en los otros dos casos al tratarse de producciones nuevas para PhotoEspaña 08 se han ido adaptando a las necesidades del momento, tanto que incluso la primera pieza iba a ser otra diferente que quizá tengamos ocasión de comentar en la próxima exposición.