Chapel Street, glamour y hedonismo garantizados

MELBOURNE (AUSTRALIA).-  Bienvenidos al lugar más 'in' de Melbourne, donde se reúnen los cuerpos más perfectos y las pieles más bronceadas de la ciudad. El lugar donde la fiesta, el buen comer y el 'shopping' nunca terminan. El lugar para ver y ser vistos. Bienvenidos a Chapel Street.

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Chapel Street corre a lo largo de los suburbios de South Yarra, Toorak y Prahran, y comienza a unos cuantos minutos del Central Business District. Caminar a lo largo de esta calle puede ser una de las experiencias más interesantes para cualquier visitante. La calle, saturada de restaurantes, pubs, centros nocturnos, cafés y boutiques de las marcas más reconocidas en el mundo, reúne a la gente más 'cool' de la ciudad.

Durante el día, es el paraíso de los compradores compulsivos. Chapel St. ha tenido durante mucho tiempo la reputación de ser la zona con mayor estilo de la ciudad y la calle sigue siendo hasta ahora el lugar para el shopping. Chapel St. es a Melbourne lo que el Soho es a Nueva York. Tiendas de marcas internacionales, de ropa de jóvenes diseñadores locales y ropa tipo retro. Aquí encontrarán de todo. Sin embargo, vale la pena una advertencia: aquí los precios harán temblar su cartera. A pesar de que existen un par de tiendas outlet en la zona, en general los precios no son nada amistosos.

Y qué decir de los restaurantes de la zona. ¿Comida tailandesa? ¿O probablemente prefieran italiana o griega? Para todos aquellos cuyos niveles de colesterol los tienen sin cuidado, Chapel ofrece todas las opciones gastronómicas que puedan imaginar.

La diversidad también es un aspecto de la zona. En la intersección con Chapel Street está Commercial Road. Aquí se encuentra la comunidad gay más importante de Melbourne. La bandera multicolor se exhibe con orgullo a la entrada de algunos comercios y bajo las ventanas de algunos apartamentos. Para alguien que viene de un país conservador como México, es inusual ser testigo de la gran tolerancia que se vive en la zona, la cual es totalmente 'gay friendly'.

Cuando el sol se oculta, Chapel Street cambia de aspecto y las criaturas de la noche toman posesión de la calle. Clubes y bares que durante el día pasan desapercibidos durante la noche cobran vida, mientras ellos y ellas se arremolinan frente a sus puertas como mariposas ante la llama de una vela.

A tempranas horas de la noche comienzan a recorrer la calle las primeras chicas ataviadas con brevísimos atuendos, desafiando las bajas temperaturas del invierno (a Dios gracias por semejante bravura). Los varones, con cuerpos evidentemente esculpidos en el gimnasio de la zona y con los bíceps a punto de reventar sus camisas, declaran oficialmente abierta la temporada de cacería. El aroma a feromonas es casi perceptible en el aire. A las once de la noche, ya los clubes y bares se encuentran a reventar. La cerveza corre en abundancia y para estas horas aquellas chicas de brevísimos atuendos y los varones de bíceps 'rasgacamisas' ya han perdido el estilo totalmente, si es que alguna vez lo tuvieron.

Al amanecer, se pueden ver los despojos de una noche de cacería más en Chapel St: botellas de cerveza y licor yacen a los lados de la acera mientras los últimos trasnochados se dirigen caminando dando traspiés hacia la estación del tranvía. En unas horas más abrirán sus puertas los restaurantes y boutiques, iniciando una vez más el ciclo de glamour y hedonismo que ha caracterizado a Chapel St. por tantos años.

Por razones que son enteramente debidas al azar, actualmente vivo en un pequeño apartamento en South Yarra, a un par de manzanas de Chapel Street. Les puedo decir con total conocimiento de causa que los bienes de la zona no son baratos en absoluto.

El apartamento en que vivimos es tan pequeño, que cuando entra el sol por la ventana mi esposa y yo nos tenemos que salir porque no cabemos todos juntos. Cuando nuestro contrato termine en un par de meses probablemente busquemos otro apartamento más grande por el mismo precio. Por lo pronto, aún me puedo preciar de vivir en la zona más chic de la ciudad. Aunque no tenga tantos bíceps como todos los demás…