Un presunto testaferro de Roca dice que era un mero escribiente del ex asesor

Granada.-  Salvador Gardoqui, presunto testaferro de Juan Antonio Roca, se ha calificado hoy como "un mero escribiente" del ex asesor urbanístico del Ayuntamiento de Marbella y ha asegurado que se limitaba a hacer anotaciones en los libros de contabilidad de acuerdo con lo que le indicaba su superior.

El abogado, imputado en el "caso Malaya" contra la corrupción urbanística en el Consistorio marbellí, ha declarado hoy como testigo en el juicio que se sigue en el Tribunal Superior de Justicia (TSJA), con sede en Granada, contra el juez Francisco Javier de Urquía, Roca y el francés Arnaud F.A.

Gardoqui, considerado por el instructor del caso testaferro del presunto cerebro de la trama de corrupción municipal e inmobiliaria, ha asegurado que cuando trabajó en Maras Asesores no preguntaba "nunca" sobre los conceptos que Roca le indicaba que pusiera en los libros de contabilidad.

"Hacía anotaciones según lo que me decía, era un mero escribiente; él me las dictaba, yo las ponía", ha declarado este testigo, quien ha asegurado no conocer al que fuera titular del Juzgado de Instrucción 2 de Marbella, Francisco Javier de Urquía.

Además del presunto testaferro del ex asesor marbellí han declarado como testigos en la vista oral numerosas personas relacionadas con el caso Malaya, entre ellos inspectores jefe de grupos de la UDYCO del Cuerpo Nacional de Policía y funcionarios de la Agencia Tributaria.

Uno de los inspectores de Policía ha señalado que fue una declaración del constructor granadino José Ávila Rojas, también imputado en la conocida operación, la que derivó en el análisis de escuchas telefónicas que inicialmente no habían cobrado valor.

En una de esas conversaciones intervenidas judicialmente y que mañana se reproducirán en el juicio se oye "perfectamente", según este testimonio, cómo Arnaud F.A. le traslada a Roca lo que a su vez una tercera persona decía en relación a una denuncia que el ex asesor presentó contra el dueño de una televisión local marbellí.

El inspector ha asegurado que fue el propio instructor inicial de la operación Malaya, el juez Miguel Ángel Torres, quien reconoció en la grabación la voz de su compañero Francisco Javier de Urquía, momento en el que estas conversaciones "cobraron un valor que inicialmente no tenían".

A juicio policial, lo que hallaron durante este investigación evidenciaba que los hechos no eran aislados, sino que estaban inmersos en "una trayectoria de pagos", en la que, como han sostenido los funcionarios de Hacienda, diferentes constructores aportaban dinero que luego presuntamente Roca repartía.

A estas testificales se han sumado, entre otras, las de las secretarias de Roca, el propietario de la casa vendida al juez o el periodista Cristóbal Toro.

La Fiscalía pide tres años de cárcel, 19 de inhabilitación y 213.000 euros de multa para el juez De Urquía, al que se le imputan los delitos de prevaricación judicial, cohecho y asesoramiento accidental o negociación prohibida a funcionario.