Egoístas, egocéntricos y exhibicionistas llenan la Semana Negra

Ha quedado claro que la Semana Negra de Gijón es distinta a cualquier otra cita de similares características de las que se celebran en todo el territorio español. Una de las razones es el increíble número de autores invitados que reúne de todos los ámbitos. En el terreno del cómic no podía ser menos y ha juntado a un gran plantel de autores de ayer y hoy.

Ricardo Mena

Este año, el argumento central sobre el que giraban todas las actividades relacionadas con el cómic era el género autobiográfico. Las dos principales mesas redondas se realizaron bajo el título 'Egoístas, egocéntricos y exhibicionistas. La autobiografía en el cómic. Una aproximación (I) y (II)'. Moderadas por Norman Fernández y Pepe Gálvez (autores del libro con el mismo título que se regaló durante las charlas), contaron en su primera jornada con: Fabrice Neaud, Spain Rodríguez, Phoebe Gloeckner, Luis García y Ángel de la Calle.

En la segunda jornada los protagonistas fueron: Carlos Giménez, Miguel Gallardo, Nacho Casanova, Rachel Deville, Ramón Boldú y Joan Mundet.

Los invitados trataron de responder en primer lugar a la pregunta de si se sentían o debían ser egoístas, egocéntricos y exhibicionistas para hacer autobiografía, y después sobre por qué habían elegido precisamente la autobiografía como elemento principal en sus cómics.

Mientras que la primera charla fue engorrosa, y poco se sacó en claro, principalmente por los idiomas, porque Neaud no decía nada claro y porque Gloeckner montó un pequeño espectáculo después del cual no supimos si a ella le gustaba ser considerada underground o no, la segunda fue mucho más interesante y fluida, y quedó claro que en lo que no estaban de acuerdo era en ser egoístas, ya que si hacían esos cómics era para compartirlo con sus lectores.

R. M.

Los ' egoístas, egocéntricos y exhibicionistas'.

Uno de los grandes aciertos de la elección de estos autores fue sin duda Ramón Boldú, uno de los mejores autores autobiográficos del país, humorista brutal y que, como muchas veces se dice, si hubiera nacido en EEUU o en Francia, ahora todo el mundo estaría escribiendo ensayos sobre él. La buena noticia: tiene obra nueva que aparecerá en breve.

Por supuesto, poder encontrarte con Spain Rodriguez, una leyenda viviente, tiene también su mérito.

Hubo otras charlas, y presentaciones de tebeos (por cierto, pregunta capciosa para las editoriales ¿se les ha ocurrido alguna vez sacar un tebeo de género negro y presentarlo directamente en la Semana Negra?) y una exitosa exposición de Blacksad, de la cual también hubo catálogo.

Y hubo colofón final, una multitudinaria tertulia entre 23 invitados relacionados con el cómic en el que únicamente dio tiempo a que cada uno dijera una frase de presentación (bueno, a eso y a un divertido encontronazo entre Miguel Ángel Martín y Carlos Giménez).

Las conclusiones finales evidentemente son muy positivas. La idea de mezclar lo lúdico con lo cultural y llevarlo a la calle, acercarlo al público (como se hace a menor escala en A Coruña) es todo un acierto, los invitados son impresionantes y las charlas muy interesantes. Además, el hecho de que regalen libros realizados ex profeso para la ocasión es un hecho para tener muy en cuenta. Todo esto hace que la Semana Negra de Gijón se convierta por méritos propios en cita obligada de todos los amantes de la historieta y de la literatura en general.

Ojo, tiene sus puntos negros: el meter a tantos autores en una mesa redonda y disponer de tan poco tiempo hace que la charla sepa a poco y que muchas veces haya autores que no puedan decir ni dos frases, eso se debería mejorar. Y si nos ponemos muy, muy quisquillosos, que quedara un poco más claro, dentro de todo aquel maremágnum, que ese es un evento principalmente cultural, y facilitarle las cosas a las personas que se acercan precisamente a eso, a la cultura.

*Ricardo Mena es nuestro experto en cómics.