Bachir critica al fiscal jefe de la CPI y promete devolver la paz a Darfur

Al Fasher (Sudán).-  El presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, lanzó hoy duras críticas contra el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, durante su viaje a Darfur, donde prometió devolver la paz a esta conflictiva región.

Ante miles de personas que le aclamaban en Al Fasher, capital de la provincia de Darfur del Norte, Bachir pronunció un discurso en el que acusó a Ocampo de querer derribar a su Gobierno por haber pedido su detención por genocidio y crímenes contra la humanidad.

Se trata de la primera visita del mandatario a esta zona del oeste del país después de la acusación del fiscal de la CPI, hace nueve días.

"Yo digo a los habitantes de Darfur que vamos a devolverles la paz y la seguridad", dijo Bachir, en una alocución con la que intentó lavar su imagen en una región en la que ya han muerto más de 300.000 personas tras cinco años de guerra.

"Vamos a devolver a los desplazados y a los refugiados servicios básicos como el agua, la sanidad y la electricidad", agregó Bachir en referencia a los dos millones y medio de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares, según la ONU.

En su camino hacia el lugar del discurso, el presidente se detuvo a hablar con habitantes de la ciudad, a quienes regaló todo tipo de promesas sobre la vuelta de los servicios a esta depauperada región.

Los medios sudaneses informaron de que la gran concentración de Fasher, una demostración de fuerza por parte de Bachir, es la mayor en esta ciudad desde que comenzó el conflicto, en enero de 2003.

Encaramado a una furgoneta y blandiendo un bastón de mando, el presidente sudanés acusó a Ocampo de "querer asustarle" como parte de una estrategia de los países occidentales para sabotear sus esfuerzos por la paz en Darfur.

"Si Ocampo quiere aterrorizarnos, le diremos que no nos postramos ante nadie más que ante Dios todopoderoso", proclamó Bachir en su discurso, trufado con continuas alusiones religiosas.

El pasado 14 de julio, el fiscal pidió una orden de detención contra el presidente por genocidio y crímenes contra la humanidad en Darfur, aunque Bachir ya ha anunciado que no reconoce la autoridad del CPI y que no piensa entregarse.

"Las fuerzas que mueven a Ocampo intentan impedir que avancemos, obstruyendo las elecciones (previstas para el año que viene) y saboteando los esfuerzos para alcanzar la paz en Darfur", dijo el sudanés en su mitin.

Los asistentes al acto enarbolaron pancartas en las que se criticaba a Ocampo y en las que se leían mensajes como "No a la negociación, no al chantaje y no al terror".

La visita de Bachir a Darfur llega en un momento de máxima tensión, apenas tres semanas después del asesinato de siete "cascos azules" de la misión conjunta de la Unión Africana y la ONU desplegados en esta zona.

La acusación de Ocampo ha suscitado el rechazo de los países árabes en bloque, que han trasladado a Bachir un plan conjunto para afrontar la crisis.

Aunque los detalles de la iniciativa no han trascendido, algunos medios han desvelado que la Liga Árabe ha propuesto a Bachir que los dos primeros acusados por la CPI de genocidio, el ex viceministro de Interior, Ahmed Harun, y el líder de las milicias progubernamentales "yanyauid", Ali Kushayb, sean juzgados en tribunales sudaneses.

Según dijo ayer el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, el presidente sudanés ha aceptado su propuesta, aunque ese extremo todavía no ha sido confirmado en Jartum.

Desde la ONU se ha pedido reiteradamente la colaboración de Jartum con la CPI y, tras los últimos acontecimientos, fuentes del Consejo de Seguridad indicaron que la entrega de Harun y Kushayb sería un gesto favorable para Bachir.