Schuster es uno más; el balón marca el segundo día de pretemporada en el Real Madrid

Irdning (Austria).-  Bernd Schuster, técnico del Real Madrid, participó en todo momento, como si fuese un jugador más, de la doble sesión de entrenamiento en el segundo día de pretemporada en Irdning, en el que mandó el balón en las casi cuatro horas de trabajo que completó la plantilla blanca.

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(EFE)

El entrenador del Real Madrid, Bernd Schuster (c), y los jugadores José María Gutiérrez "Guti" (d), y Kléper Laveran Lima Ferreira, 'Pepe', durante el entrenamiento que el equipo ha llevado a cabo esta mañana en Irdning (Austria), donde se encuentran preparando la temporada.

Schuster participa en rondos, entra en piques y en bromas, y hasta disputa partidos en reducidas dimensiones. En el segundo día en tierras austríacas fue uno más de la plantilla madridista, incrementando el buen ambiente que reina en la concentración.

La imagen de Mahamadou Diarra tirando de Schuster era una muestra. "Vamos mister, que no llegas". La broma del mali llegó en un juego que dejó numerosas anécdotas. Cuatro jugadores formaban un rondo y dos llegaban al centro. Por parejas, quien fallaba debía correr hasta otra zona del campo donde esperaba un nuevo rondo.

El técnico alemán aparca en esos momentos sus labores y es un jugador más. Aguantó el ritmo y terminó la mañana disputando un partido a mitad de campo con varias porterías. Por la tarde estuvo de nuevo en rondos y colocando centros a sus jugadores para los remates.

"Este es un rondo político", soltó el argentino Gabriel Heinze al entrar al medio de uno que formaban los tres capitanes: Raúl González, José María Gutiérrez "Guti" y Michel Salgado.

Fue una jornada de trabajo ameno para la plantilla del Real Madrid. Se redujeron los minutos de carrera continua, que fueron cambiados por una hora de gimnasio matinal y otra con balón. También estuvo presente en la hora y cuarenta y cinco minutos de trabajo vespertino.

El grupo se muestra unido en todo momento. Los piques matinales entre Guti y Julio Baptista, y posteriormente del brasileño con Diarra, dejaron en la tarde imágenes como los aplausos de todos los jugadores a disparos que intentaba detener Jerzy Dudek, o las celebraciones de goles y lamentaciones de Míchel Salgado que, como siempre, toma cada entrenamiento como si se tratase de un partido oficial.

Siguen al margen del grupo Robinho, por una osteopatía de pubis, y Roberto Soldado, con una sobrecarga en la planta de su pie izquierdo. Se ejercitaron en el gimnasio.