En peligro de extinción

Nos acompañó durante la infancia, nos hicimos fotos con él, y ahora vamos al cine a ver una de esas películas que últimamente llaman Blockbusters. Chu-Lin abrió el camino para que Po, -Kung Fu Panda-, se convirtiera en el favorito de los niños. Pero ahora que la película ha puesto otra vez de moda a los Osos panda gigantes, habría que recordar que esta especie, tan de "peluche", está en estado crítico de extinción.

Po, el simpático oso protagonista de Kung Fu Panda, ha puesto de moda a este bonachón animal. El foco informativo habría que ponerlo también en que sólo hay unos 1600 ejemplares en libertad en todo el mundo

Vive en China, y se alimenta de bambú. Son algo ariscos, pero su aspecto bonachón les hace ser los favoritos de los niños. Durante años, el zoo de Madrid albergó a Chu Lin, y ahora otra pareja de osos vive en Madrid para regocijo de pequeños y grandes.

Pero el oso panda gigante (Ailuropoda melanoleuca), está, lamentablemente en peligro de extinción. ¿La razón? La destrucción de su hábitat natura. Es cierto que China avanza económicamente, pero lo hace en muchas ocasiones saltándose muchas cosas. El medio ambiente, por ejemplo. Para favorecer la agricultura se destruyen los campos de bambú, que no es ni más ni menos que el alimento principal de este mamífero.

Un ejemplar adulto necesita un promedio de 14 kilos de bambú al día. Invierte en ello más de 12 horas para tener una alimentación completa. Pero la destrucción de estos campos, en parte para destinarlos a cultivos y en parte para hacerlos habitables, a provocado que la población se haya diezmado. La época crítica para estos animales fue desde mediados de los 70 hasta finales de los 80, época durante la cual se redujo un 50 por ciento el número de ejemplares en China. Se dieron circunstancias tan terribles como que llegaran a morir de hambre más de 150 osos.

Aun quedan zonas donde queda bambú, pero son tan limitadas que apenas pueden vivir en ellas un par de osos panda. Además, esta limitación les impide relacionarse con otros ejemplares de su especie, porque no salen a campo abierto. La reproducción es, por tanto, casi imposible.

La difícil reproducción en cautiverio:

Tampoco es muy fácil reproducirse en cautiverio. El ejemplo claro está en el panda del zoo de Madrid, Chu Lin, que, a pesar de los intentos y de que se probó con varias hembras, fue incapaz de tener descendencia. Un handicap que limita aun más su capacidad para conservar la especie y que pone todavía en más alto riesgo su peligro de extinción.

Y es que si echamos un vistazo a las cifras, realmente podemos decir que estamos cerca de ver desaparecer a los pandas. Hay unos 1600 ejemplares viviendo en las selvas de China, y en zonas cercanas a Sichuan, -donde se produjo el gran terremoto de este año- y el Tibet. Otras fuentes apuntan que esta cifra se reduce a 1000. Otros 180 viven en cautiverio, en zoológicos de todo el mundo.

El problema de la caza:

En parte por los campos de bambú, en parte por su dificultad para reproducirse, lo cierto es que el panda puede desaparecer. Y algo que no contribuye a su conservación es sin duda la caza furtiva. A pesar de que está penado con cadena perpetua por el gobierno chino, muchos cazadores furtivos se arriesgan a intentar cazar ejemplares por el alto precio de sus pieles.

No es extraño que por tanto, el oso panda sea el "icono" de los animales en peligro de extinción. No en vano, asociaciones como WWF/Adena tienen como emblema al oso panda. Es precisamente esta organización quien ha emprendido más campañas a favor de los pandas.

Han ayudado al gobierno de China para llevar a cabo su Programa Nacional de Conservación del panda. Gracias a ello hay reservas que cubren más de 10.000 kilómetros cuadrados de bosque. En total hay unas 50 reservas protegidas, aunque más de la mitad de los osos no están aun amparados por esta protección.

Esperamos que Po, el oso protagonista de Kung Fu Panda acerque a muchos al problema de la extinción de este animal, y sobre todo, de las miles de especies animales y vegetales que corren serio peligro.