Pero... ¿quién se compra hoy una casa?

MADRID.-  El precio de la vivienda sigue bajando. De acuerdo con el Índice de Mercados Inmobiliarios Españoles elaborado con las tasaciones de inmuebles que realiza Tinsa, sólo en el mes de julio la bajada ha sido del 3,9%, un buen dato para los que estén pensando en comprarse una casa. Sólo hay un problema: la crisis ha dejado a los bancos sin liquidez y ahora conseguir una hipoteca es casi una hazaña.

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De eso sabe mucho Antonio A. que, después de trabajar durante 40 años y de ingresar dinero en una cuenta ahorro vivienda durante cinco años, ha tenido que luchar durante semanas para que su entidad bancaria le proporcionara un crédito. Lo cierto es que no fueron sus buenas condiciones las que lo llevaron a conseguir el préstamo, sino la suerte de que era una entidad pequeña en la que sólo trabajaban tres personas, que le conocían desde hace años. "Estoy seguro de que si hubiera tenido mi crédito en una sucursal grande, el préstamo no me lo dan", afirma Antonio.

Aún así es uno de los pocos afortunados que ha conseguido que le digan un 'sí' (no sin tener que vérselas con los empleados, el director del banco, y el personal del Departamento de Riesgos) ya que las tasas de préstamos personales no son nada alentadoras. De hecho, los bancos no están dispuestos a revelar el número de operaciones para créditos personales que han concedido, como mucho dan las cifras del importe que han prestado, donde, claro está, entran todas las categorías, no sólo las de los ciudadanos de a pie que quieren su vivienda.

Como anécdota, Antonio cuenta que al ir a rellenar los datos para que finalmente le concedieran el crédito, "el empleado del banco se quedó en blanco a la hora de utilizar el programa y me pidió disculpas porque, aseguraba, no habían concedido un crédito desde hacía tres meses".

Desde soitu.es, comprobamos que las desventuras de Antonio no son un caso aislado. Nos presentamos en cuatro bancos diferentes como una persona con contrato indefinido que gana 1.200 euros mensuales y que quiere comprar una casa de 180.300 euros con otra persona que gana 1.600 euros (también con contrato indefinido) a 40 años. Todas las sucursales han respondido de la misma manera: lo estudiarán porque "la situación está muy mal".

Ahora bien, ¿Entonces, quién se compra ahora una casa?

Durante una semana hemos tratado de localizar a valientes que hayan decidido hipotecarse en los últimos meses. Pues bien, tras llamar a un buen número de agencias inmobiliarias, intentando localizar a las personas que buscaban viviendas por Internet desde principios de año, y tirando de conocidos, prácticamente no hemos encontrado a nadie.

Por lo que cuentan las inmobiliarias, la gente que compra pisos en estos momentos son en su mayoría personas con dinero que están aprovechándose de las oportunidades cuando los propietarios tienen prisa por vender. También hay mucha gente que necesita invertir un dinero para que no se lo quite Hacienda. Ese es el caso de Yolanda San Millán, ella vendió unas tierras, y desde entonces ha estado buscando una buena oportunidad en la que invertir el dinero. Finalmente encontró un chalet en Santander y consiguió una suculenta rebaja de 60.000 euros. El vendedor se acababa de divorciar y necesitaba el dinero. "Yo jugaba con la ventaja de que tenía el dinero en efectivo", explica Yolanda. Aún así, la búsqueda duró un año y medio. "Esperé tanto porque, aunque los pisos no se venden, tampoco bajaban los precios, ahora es cuando parece que empiezan a hacerlo".

Pero todavía quedan algunos reductos en los que la crisis ha pasado de puntillas. Muestra de ello es el testimonio de las agentes inmobiliarias de la sucursal Look&Find de Chamartín, un barrio acomodado de Madrid. En esta oficina aseguran que no han notado un descenso drástico en el número de sus ventas. "Nuestros clientes son en su mayoría matrimonios con niños pequeños que buscan una vivienda más grande. Suelen tener un presupuesto aproximado de un millón de euros, los problemas vienen cuando los propietarios piden un millón trescientos mil euros y el comprador pretende que lo bajen, finalmente no lo consiguen porque la gente que dispone de unos pisos tan caros no suele estar apurados de dinero".