¿Un paseo por el cementerio? El de Ixelles ofrece visitas guiadas

BRUSELAS (BÉLGICA).-  Hay ciertos cementerios en el mundo, como el de París, que se han convertido en museos, ya sea por su arquitectura o bien por aquellas personalidades famosas que descansan en el lugar. Sin embargo, muy pocos, como es el caso del cementerio del barrio de Ixelles en Bruselas, pueden decir que abren sus puertas al mundo para explicar el funcionamiento y el día a día del lugar.

Todos los jueves por la tarde Debbie Hastat, directora del cementerio, muestra las 15 hectáreas del lugar y explica todos los aspectos técnicos sobre un entierro en un nicho o sobre una ceremonia de incineración.

Cristina Fuertes

Una de las visitantes prueba la 'bombilla' que se utiliza para esparcir las cenizas.

La visita empieza en la sala donde se reciben a los familiares del fallecido. Debbie explica con una sonrisa de oreja a oreja a las cuatro personas que nos encontramos allí que el registro data de 1778: "Todo está cambiando: las placas de identificación, que ahora son más ecológicas; informatizar todos los datos, así como la manera de enterrar a los seres queridos".

La mítica imagen de las películas donde el último deseo del fallecido era que se esparciesen sus cenizas en el mar se ha acabado. En los últimos años, una normativa ha prohibido llevar a cabo este acto, siempre y cuando no sea en el cementerio. La directora, siempre con una sonrisa en la boca, nos enseña el utensilio donde se meten las cenizas para hacer el 'esparcimiento' de éstas en el cementerio. Explica cómo es el funcionamiento y nos da la posibilidad de poder tocarlo y recrear la situación: "En los últimos años esta técnica empieza a ser la más utilizada. Además de ser mucho más barata que la forma tradicional, sólo se puede hacer en este lugar".

countries in colors (Flickr)

El barrio de Ixelles.

Tras esta primera inmersión en el mundo de los muertos y de sus respectivas técnicas, nos dan un paseo por el cementerio en donde descansan más de 110.000 cuerpos entre los que se encuentran personajes célebres como los escritores Camille Lemonnier y Charles De Coster, el violinista y compositor Eugène Ysaye, el empresario Ernest Solvay o el famoso arquitecto propulsor del Art Nouveau Victor Horta. Alrededor de 15 personas trabajan en lugar. Debbie afirma que todo el personal está muy contento de lavar tumbas, restaurar las fachadas… "No es extraño trabajar aquí. La verdad es que cuando hace buen tiempo es excepcional y muy agradable. De hecho, es muy interesante tener la posibilidad de dar un paseo y conocer los secretos y curiosidades de este sitio", afirman.

Es verdad que el cementerio a nivel arquitectónico no tiene desperdicio. Del gótico al art nouveau, pasando por el neoclásico. Monumentos concebidos por Delune, Saintenoy, Horta, Chambon, Caluwaerts se entremezclan con esculturas de Rau, Dubois, Cluysennaar, Bonnetain, entre otros. No obstante, todo lo que tiene que ver con lo histórico queda en un segundo plano con las explicaciones de Debbie sobre los nuevos proyectos que se quieren impulsar. Además de una posible ampliación, se están construyendo urnas subterráneas para depositar las cenizas: "Alrededor de 280 urnas que se encontrarán en una sala debajo de la tierra. Creemos que esta iniciativa va a ser muy bien recibida por el público debido a que es una manera de poder velar al fallecido en la intimidad".

Colegios, estudiantes de arquitectura y en definitiva a todos aquellos que sientan la curiosidad de conocer los secretos de un lugar tan temido para la mayoría, pero tan amado para otros pueden realizar esta visita, que dura en torno a una hora.