¿Le saldrá bien a Martín la jugada de declararse insolvente?

Fernando Martín se ha convertido en el primer gran empresario español en declararse insolvente. El tiempo dirá si el asesoramiento que ha recibido el presidente de Martinsa-Fadesa ha sido acertado o se ha precipitado al enseñar sus cartas antes de tiempo. La asociación de afectados de la inmobiliaria cree que este 'Donald Trump ibérico' -como le bautizó Forbes- se ha puesto el parche antes de la herida al tratar de salvaguardar su patrimonio personal ante una posible responsabilidad penal.

(EFE)

Fernando Martín, el 'Donald Trump ibérico', según Forbes, se ha declarado insolvente.

¿Son las prisas malas consejeras en momentos delicados? Fernando Martín solicitó el martes al Juzgado de lo Mercantil de Madrid un concurso voluntario de acreedores sobre su patrimonio. A muchos les ha llamado la atención que un gerifalte del ladrillo, al que se le atribuye un patrimonio de 3.400 millones de euros, haya tardado sólo dos semanas en pedir a la Justicia que le declare insolvente.

"Sorprende que se haya colocado el parche antes de la herida", señala Ángel Pablo Hita, presidente de la Asociación de Afectados de Martinsa-Fadesa, que engloba a compradores y proveedores de la inmobiliaria. Para esta asociación, el gesto de Martín sólo se puede entender como una medida de autodefensa por si la cosa se complica. "Le está diciendo al juez que si encuentra alguna irregularidad en la gestión de la empresa y pide responsabilidades a los administradores, él no tiene nada con lo que responder". ¿No es un reconocimiento de que se ha podido actuar de forma incorrecta?, se pregunta Hita.

La decisión de Martín también ha sorprendido a los responsables de los sindicatos que están estos meses abordando la crisis que sacude a la construcción. Para Juan Carlos Barrero (UGT), que estos días negocia el ERE de Martinsa-Fadesa, esta no es una situación habitual entre los empresarios del sector. Él tampoco conoce a ningún administrador que haya recurrido a los jueces para proteger su patrimonio.

Ninguno de los grandes despachos de abogados mercantiles han querido comentar la situación de Martinsa-Fadesa y de Fernando Martín. Casi todas están relacionadas con el caso de una forma u otra.

Una suspensión de pagos para no responder con su dinero

En la práctica esta solicitud implica que sus cuentas ordinarias, así como sus posibles deudas con bancos y acreedores, quedan intervenidas. Sin embargo, detrás de esta operación se encuentra la intención del empresario de evitar responder con su patrimonio a las deudas contraídas por la inmobiliaria.

Martín ha tardado en poner a buen recaudo su dinero quince días desde que la inmobiliaria presentara una suspensión de pagos al no poder hacer frente a la deuda de 5.000 millones de euros que adquirió al hacerse con la gigante Fadesa. Tras este bombazo económico -es la mayor suspensión de pagos de la historia de España- volvió a abrirse el debate sobre la responsabilidad de los empresarios cuando llegan las vacas flacas.

Este proceso concursal fue solicitado por el Consejo de Administración de la compañía en una reunión extraordinaria. Se acogían a la opción más conveniente que les permite la ley, puesto que al hacer la petición de forma voluntaria, sus administradores ponen a salvaguarda su patrimonio. Sin embargo, cabe la opción de que el juez de lo mercantil de A Coruña, donde se presentó la suspensión de pagos, ordene el embargo de bienes. En septiembre los acreedores (bancos, proveedores, trabajadores...) pondrán en conocimiento de la administración nombrada por el juez las deudas que les debe la compañía, para que elaboren un informe sobre la situación de Martinsa-Fadesa. Entonces se tomará una decisión sobre de dónde conseguir el dinero para subsanar estas deudas.

Un patrimonio personal estimado en más de 3.000 millones

Del patrimonio personal de Martín se conoce sólo una parte. Posee varias sociedades de inversión con las que ha entrado en el capital de Telefónica, BBVA, Unión Fenosa y Santander. Cuenta con participaciones en la cadena de supermercados El Árbol, la Bodega Cepa 21 y es administrador único o solidario de nueve empresas más, entre ellas la explotación ganadera El Milanillo y cuatro inmobiliarias.

Además, según el Registro Mercantil, ganó el año pasado 85 millones de euros a través de Femaral. Con esta empresa y con Almarfe, realizó inversiones que le reportaron jugosos beneficios, como la venta de las acciones en Sacyr Vallehermoso por 265,7 millones de euros o del paquete que tenía en Unión Fenosa, de la que sacó 288,7 millones. A esto hay que sumar su paquete de acciones en Martinsa-Fadesa, valorado en más de 300 millones.