España se divierte

En verano, España es una fiesta. Cada pueblo es una fiesta. Y todos sabemos que unas fiestas sin toros y sin vaquillas, ni son fiestas ni son ná. Un buen toro embolao, con el sebo en llamas cayendo en los ojos del animal. Un buen toro de Coria, con la piel cubierta de dardos y sangre. Un buen toro lanceado, con el corazón atravesado por los hierros de un puñado de valientes mozos de Tordesillas. O un buen toro ensogao, para que no pueda defenderse de los cachondos que le putean.

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En 'Está pasando', puede que la basura suprema de Telecinco, son plenamente conscientes de los gustos del pueblo. Y hacen todo lo posible por alimentarlos. Envían a sus reporteros por todos los rincones de España para que asistan a espectáculos taurinos de medio pelo, de charanga y pandereta, de tortura y nada más que tortura. "¿Se atreverá Diego con las vaquillas?", dicen mientras el tal Diego, supuesto reportero, corre micro en mano, jiñado, por la plaza de un pueblo de Tarragona abarrotado de gente, vacas y moscas.

Lo que son las fiestas populares. Diego corre de un lado para otro, y en el plató los presentadores se descojonan del palurdo y de sus torpes movimientos. "Prefiero presentar famosos mil veces", dice el lenguaraz Diego, todo chulito, una vez finiquitada la pantomima.

Esto es la cultura popular. No un poema de Muñoz Rojas o una canción de Paco Ibáñez. Mariconadas. Sin sangre, sin animales sufriendo, sin machotes torturándoles, sin muertes innecesarias, los pueblos de España siguen sin saber divertirse. Una lástima.