Descubre en internet la carrera delictiva de tu vecino

Es muy difícil encontrar un equilibrio entre el desarrollo de internet y la protección de la intimidad. El último episodio es una página estadounidense que vio la luz el mes pasado, www.criminalsearches.com, la cual permite averiguar si una persona tiene algún tipo de antecedente delictivo con sólo introducir su nombre (incluyendo infracciones de tráfico). ¿Es una forma eficaz de evitar delitos? ¿O se trata de prolongar la pena que ya ha cumplido el condenado?

(EFE)

¿Buscas una niñera? ¿Conoces al profesor de tus hijos? ¿Sabes quiénes son realmente? ¿Nuestros niños están seguros con ellos? Con esta ristra de preguntas se promociona la página web, de acceso gratuito, la cual ofrece otro tipo de servicios, como por ejemplo, la posibilidad de saber cuántos delincuentes viven en tu vecindario (y en qué dirección exacta).

No se trata de un sistema completamente novedoso, aunque nunca antes había sido tan accesible. Este tipo de páginas, anteriormente, o bien eran de pago (intelius.com), por lo que los curiosos se abstenían de hacer consultas, o bien se restringían a ciertos delitos como los de carácter sexual y tenían un alcance estatal (Florida Department of Law Enforcement).

La siempre polémica publicación de registros de delincuentes se enmarca dentro de una tendencia que el profesor de la UPF Pérez Triviño denominó "el renacimiento de los castigos vergonzantes" (artículo en pdf). Hay argumentos tanto a favor como en contra de este tipo de castigos:

• A favor: "Algunos criminólogos afirman que se lograría un mayor control de la criminalidad si la sociedad o los subgrupos que forman parte de ella se involucraran en el proceso de aplicación de la pena", asegura Pérez Triviño. Del mismo modo, añade que "el temor a ser avergonzado públicamente puede ser tan fuerte o más que el miedo de ir a la cárcel, y por ello se sugiere que habrá una mayor inclinación a cumplir las normas sociales y, eventualmente, una mayor probabilidad de reintegración social del delincuente". En resumen, para el autor mencionado, los argumentos a favor son los siguientes: el mayor carácter expresivo, el menor coste económico y la menor crueldad que la cárcel.
• En contra: Con este tipos de medidas, la gente se distanciaría aún más de quienes han cometido algún tipo de delito, erigiendo una barrera que puede fomentar el aislamiento y dificultar la reinserción en la sociedad. Del mismo modo, se dice que este tipo de medidas son un castigo que se añade a la pena impuesta y que llega una vez que el delincuente, legalmente, ha saldado su deuda con la sociedad. Por último, la publicación de listados puede restringir las libertades de los individuos, en la medida en que no podrá desarrollar normalmente todo tipo de actividades, como tampoco podrá encontrar trabajo o vivienda con total normalidad.

Justa Gómez, profesora de la Universidad de Granda y autora de 'Lista de delincuentes: ¿pena de escarnio público?' también se muestra en contra de este tipo de iniciativas, según ha declarado a soitu.es: "Mi opinión sigue siendo muy crítica en torno a la publicación de listas de delincuentes. Los delincuentes no dejan de tener intimidad, por execrables que sean los crímenes cometidos. El derecho a conocer el pasado (delictivo) de una persona no existe. El derecho a la intimidad sí es un derecho fundamental de todo individuo, delincuente o no".

Un artículo en 'The New York Times' ofrece un experimento práctico sobre el funcionamiento de criminalsearches.com. Un redactor introdujo el nombre de un compañero de trabajo, descubriendo, para su sorpresa, que contaba con un delito en su currículo. Al comunicárselo, resultó que ese "delito" no era más que una multa de tráfico por exceso de velocidad. El autor de la infracción se sorprendió al saber que su ofensa era tan fácilmente accesible y que se calificaba como "delito". Entonces, se puso en contacto con los administradores de la página para que eliminaran el registro, quienes afirmaron que el problema correspondía a la administración, pues ellos extraían los datos directamente de las páginas oficiales, por lo que las propias autoridades debían corregir los datos erróneos.

¿Estás de acuerdo con este tipo de medidas? ¿Crees que debería limitarse y restringirse el acceso a este tipo de información?