Los servicios sanitarios están preparados ante la ola de calor y piden extremar las precauciones

Zaragoza.-  Los servicios sanitarios y asistenciales aragoneses se encuentran preparados ante las temperaturas extremas, que mañana está previsto lleguen a los 40 grados, por lo que la consejera de Salud y Consumo, Luisa María Noeno, ha recomendado a la población que extreme las precauciones.

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(EFE)

Unos niños se refrescan en una de las fuentes de la Expo de Zaragoza, ciudad en la que se ha activado la alerta en nivel naranja ante la existencia de riesgo por altas temperaturas que pueden rondar los 40 grados hoy y mañana.

Hasta el momento, cuatro personas han necesitado asistencia sanitaria debido al calor, tres en Zaragoza y una en la provincia de Teruel, y tan sólo una ha requerido ingreso hospitalario, ha confirmado la consejera Salud y Consumo a los medios de comunicación, después de asistir a los actos del Día Nacional de Sudáfrica en la Exposición Internacional.

Noeno ha dicho en este sentido que "no ha habido una incidencia tan importante como la que hubo en el año 2003" y ha hecho hincapié en que "todos los veranos hace calor" y los ciudadanos ya "relacionan el verano con algunos riesgos provocados por el exceso de calor".

Por ello, desde su Departamento se recomienda, sobre todo para los próximos días, en los que habrá temperaturas muy altas, no exponerse al sol, beber frecuentemente agua o refrescos, especialmente los niños, las personas mayores y aquellas que sufren enfermedades crónicas, evitar el consumo de alcohol, refrescarse permanentemente y estar a la sombra.

"No hay que asustar" a la población, ha dicho Noeno, al tiempo que ha invitado a los ciudadanos a tener prudencia y sentido común.

Respecto a la Expo, ha dicho entender que hay personas que han hecho un viaje en muchos casos para ver la muestra, se han gastado su dinero en una entrada e intentan aprovechar el día, pero "hay lugares con sombra, con agua, hay fuentes y todo el mundo se las ingenia para tener su protección".

No obstante, ha subrayado que estar en una fila en horas punta es "complicado", y a su juicio, "casi es preferible no ver algún pabellón que exponerse demasiado al sol".

Las asistencias sanitarias que se han hecho en el recinto de Ranillas, por el momento, "han sido cosas sencillas, bajadas de tensión, mareos o pequeños accidentes de poca importancia", ha resaltado la consejera, quien ha dicho que "los traslados a centros hospitalarios han sido muy pocos teniendo en cuenta las cifras que se manejaban en un principio".

Por su parte, el jefe de Servicio de Vigilancia de la Dirección General de Salud Pública, Juan Pablo Alonso, ha señalado a EFE que calor ha hecho toda la vida en verano, pero que hay que tomar medidas excepcionales ante las temperaturas extremas que se prevén hasta el jueves en Aragón.

Desde que entró en vigor en 2004 el Plan aragonés para la prevención de los efectos de las temperaturas extremas sobre la salud, que se activa desde el 1 de junio y hasta finales de septiembre, el Departamento de Salud evalúa las temperaturas registradas, las Urgencias hospitalarias y las del 061 y la mortalidad.

Dentro de este plan, se ha avisado ya a los servicios asistenciales, como las Urgencias, de que tienen que estar atentos a los casos de deshidratación o a los golpes de calor.

El golpe de calor tiene unos primeros síntomas leves como calambres, agotamiento o temperatura corporal elevada que, si no se toman medidas, pueden derivar en dolor de cabeza, vómitos e incluso la pérdida de consciencia.

Asimismo se ha alertado a los servicios sociales, como Cruz Roja, para que estén pendientes de los mayores, que estén bien hidratados, vestidos con ropas ligeras y no salgan a la calle en las horas de máximo calor, y a los servicios de base que cuidan a personas que viven solas para que les hagan recomendaciones, ha explicado Alonso.

En junio y julio, ha informado Alonso, dentro del plan se ha registrado una alerta amarilla (sin riesgo para la población y previsto para uno o dos días) en Zaragoza, y ninguna en Huesca y Teruel, aunque en una ocasión en la primera provincia y en dos en la segunda las temperaturas estuvieron por encima de lo normal.

El umbral de alerta, determinado por las series históricas de las temperaturas máximas y mínimas diarias en las capitales durante el verano, está comprendido en Huesca entre 20 y 36 grados; en Teruel de 20 a 35, y en Zaragoza, de 21 a 37.

En cuanto a las Urgencias, se ha registrado normalidad en Zaragoza y Teruel, mientras que en Huesca durante tres semanas han estado por encima de lo habitual, aunque no tiene porque haber estado relacionado con el calor, ha agregado.

Las Urgencias del 061 se han situado en la normalidad, y la mortalidad ha estado incluso por debajo de lo normal una semana en Zaragoza y Huesca, y en Teruel se han registrado los fallecimientos habituales para esta época.

Según el Departamento de Salud, el pasado año, las temperaturas estuvieron por debajo de las registradas en 2006, cuando fueron excepcionalmente altas en julio, y en general inferiores a la media de los últimos diez años.

Sólo se produjo una alerta nivel amarillo en Zaragoza durante tres días de agosto.