Contra el calor... fuentes refrescantes

Los diferentes monumentos a caudillos y militares golpistas, personajes políticos de más o menos honorabilidad, efemérides de dudosa reputación, mausoleos, etcétera, han poblado (y pueblan) nuestras comunidades.

Damon Green's (Flickr)

La fuente de Jaume Plensa en el Millenium Park de Chicago.

Y es que las intervenciones gestadas desde el poder, llámese ayuntamientos, ministerios o cualquier otra institución, por definición, están contaminadas por el propio ejercicio de poder con el objetivo de manifestarnos el mismo y hacernos partícipes forzosos de una determinada construcción histórica que perdure en la memoria de todos. Por esto mismo, estas intervenciones en el espacio público han estado sometidas a un fuerte análisis y debate en los últimos 15 años, también desde el punto de vista de las artes visuales.

Otra fórmula (si bien más democrática, no menos peligrosa) ha sido la erección de monumentos por suscripción popular, de los que también tenemos ejemplos ilustres como el monumento a Don Juan de Borbón en el Campo de las Naciones de Madrid. En esta categoría encontramos alguno de los monumentos más fascinantes que he conocido: el Monumento a la Paleta en la ciudad mexicana de Mexticacán, la cuna del helado como ellos mismos hablan de su ciudad, en la que una parte importante de su población vive de la industria heladera y qué mejor homenaje a un modo de vida que un monumento al polo, allá llamado paleta.

Desde distintas esferas del arte contemporáneo se ha tratado seriamente este fenómeno, con argumentos conceptuales necesarios para dar una razón de ser a este tipo de intervenciones. Se pasa desde soluciones efímeras o temporales hasta el análisis del contexto y la participación ciudadana en eventos de índole relacional que quizá pudieran parecer más acorde con nuestros tiempos —hablo del arte en el espacio público, no del monumento a la paleta, claro—.

Con los rigores del verano, parece refrescante hablar de un tipo de intervención el espacio público en el que se da una conjunción clara entre el arte público como tal y un elemento ornamental como son las fuentes. Aquí van algunos notables ejemplos para estos días de tanto calor:

• La Fuente de Tinguely. Situada en Basilea, Suiza ciudad que acoge una de las ferias de arte contemporáneo más importantes del mundo: Art-Basel. Diseñada por el pintor y escultor suizo Jean Tinguely.
• La Fuente de la Corona del Parque del Milenio de Chicago, EEUU. Obra del escultor catalán Jaume Plensa. Se trata de una torre formada por bloques de cristal en la que se proyectan imágenes de distintas caras, tomando la apariencia de una moderna y enorme gárgola. La boca de la imagen siempre coincide con la salida del chorro de agua.
• Fuente del Museo Franz Kafka. Situada en Praga, República Checa. Desconozco su autor, no es muy interesante como pieza, pero es bastante peculiar.
• Para terminar, una digna heredera del Monumento a la Paleta: la Fuente del Grifo Mágico. Situada en el parque Aqualand de Cádiz.

Refrescante, ¿no?