El alavés Alberto Zerain asegura que el K-2 no permite bajar la guardia

Vitoria.-  El montañero Alberto Zerain, primer alavés que conquistó la cumbre del Everest, dijo hoy en conferencia de prensa, tras haber logrado hace unas pocas fechas el mítico K-2, que esta montaña "no permite bajar la guardia".

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(EFE)

Los alpinistas Alberto Zerain (i) y Juan Carlos González, miembros de la expedición Broad Peak-K2 '08, antes de la rueda de prensa en la que han explicado detalles de la misma.

En su última expedición, Zerain trató de coronar las cimas del K-2, que es el segundo pico más alto del planeta tierra con sus 8.611 metros de altitud y también catalogado como el más peligroso, y previamente -el 17 de julio pasado- la del Broad Peak, que es la duodécima montaña más alta de la tierra (8.047 metros), aunque en esta cima no tuvo éxito "por muy poco".

El deportista vitoriano destacó hoy las muchas dificultades de su nueva conquista montañera, sobre todo por las grandes problemas en forma de accidentes mortales causados por el K-2, ya que fallecieron 18 montañeros de diversos países a lo largo del descenso.

Tras haber conseguido la cumbre del K-2, Alberto Zerain ascendió con anterioridad los picos del Everest, Makalu, Lhotse, Gasherbrum II y Hidden Peak.

Esta última expedición también la formaron los alpinistas Juan Carlos González y el vizcaíno Aitor Las Hayas, quienes partieron de Vitoria el pasado 20 de junio

"Se puede decir que el K-2, en sí mísmo, es una montaña compleja y que puede mostrar diversas caras, aunque 'amables', pocas. Por lo mismo, es un objetivo bastante difícil", aseveró Zerain.

"Si no bajas rápido por la noche desde la cima del K-2, las congelaciones vienen muy pronto y, además, tras consumar el descenso con éxito, no tienes con quién celebrar la ascensión conseguida", agregó el alpinista vitoriano.

Tambien indicó hoy que el momento de la cumbre fue "muy intenso", ya que, según precisó, "desde esa altura se ve todo tan bonito y tan perfecto que es engañoso, hasta el punto de que no se llega a sentir frío, si bien hay que tener conexión con la realidad para el momento de iniciar el descenso".

Zerain relató, asimismo, que empleó un total de 21 horas en la ascensión tras verse obligado a esperar a los sherpas de altura y al resto de la gente que le retrasó su subida.

"Pienso que acerté al ascender desde el campo tres, ya que en el campo cuatro se palpaba bastante 'desmadre' por la concentración de gente que había allí, con muchas cuerdas y demasiado material acumulado, pero faltando luego la comida", subrayó.

Por último, Alberto Zerain mostró, durante la comparecencia de este jueves, su desacuerdo con la opinión casi generalizada que se ha vertido desde muchos medios de comunicación en el sentido de que el K-2 está catalogada como la "montaña asesina", por las muchas víctimas que se ha cobrado hasta la fecha.