Un centenar de informadores en la rueda de prensa de Spanair

Madrid.-  Alrededor de un centenar de informadores nacionales y extranjeros y decenas de cámaras han respondido hoy a la expectación levantada por la conferencia de prensa de Spanair y de SAS para informar del accidente aéreo, que ha durado justo una hora, como había anunciado antes un portavoz de las compañías.

Instantes antes del mediodía, comparecieron en un hotel de Madrid el presidente de SAS (propietaria de Spanair), Mats Jansson; el director general de Spanair, Marcus Hedblom; el subdirector general y director de Producción, Javier Mendoza; y el director de Recursos Humanos, Héctor Sandoval.

Los esperaban una nube de cámaras fotográficas y de televisión junto a la mesa donde se sentaron, mientras personal del hotel se apresuraba a instalar más sillas para poder atender la llegada constante de medios de comunicación.

Antes de comenzar, y a instancias de las compañías, se guardó un minuto de silencio en la sala, como estaba ocurriendo en esos momentos en los centros de trabajo de SAS de todo el mundo.

La comparecencia, en inglés y con traducción al español y viceversa, comenzó con sendas declaraciones de Janssen y Hodblum.

Insistieron en proporcionar todo el apoyo moral y material a los heridos y a los familiares de éstos y de los fallecidos durante "días, semanas e incluso años", lamentaron repetidamente lo ocurrido e insistieron en la colaboración total con las autoridades españolas, a las que agradecieron su trabajo.

A punto de iniciarse el turno de preguntas, un bosque de brazos comenzó a levantarse para preguntar en español e inglés, principalmente por las causas del accidente y las circunstancias previas y, en menor medida, por el mantenimiento del aparato y por si se había decidido retirarlo.

"No vamos a entrar a especular", respondía una y otra vez Hodblum ante la insistencia de los medios, y remitía a la investigación oficial.

No obstante, Mendoza reconoció que el avión tuvo que volver a la puerta de embarque antes de iniciar la carrera de un primer despegue al detectar un calentamiento excesivo de una toma de aire.

Las peticiones de palabra para preguntar se multiplicaban a la misma velocidad que acababa el tiempo, ya que los responsables de las compañías debían marchar antes de las 13.00 para ponerse a disposición del gabinete de crisis de las autoridades nacionales, según había explicado el portavoz citado.