10 muertos en choques entre el Ejército y la guerrilla en el sur de Filipinas

Zamboanga (Filipinas).-  Diez rebeldes murieron hoy en nuevos combates entre el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI) y el Ejército en el sur de Filipinas, un día después de que la organización separatista rechazara renegociar el acuerdo de paz con el Gobierno de Manila, indicaron hoy fuentes militares.

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(EFE)

Militares filipinos se trasladan en tanques Simba mientras entran a la ciudad de Aleosan, durante operaciones militares, al norte de la provincia de Cotabato, a unos 930 km al sur de Manila, Filipinas, el pasado 13 de agosto.

Los enfrentamientos se registraron en siete ciudades de la provincia sureña de Maguindanao donde, en total, 26 rebeldes y un soldado han muerto en los últimos tres días.

Con la tensión en aumento, Amnistía Internacional alertó hoy al Gobierno central del peligro de seguir fomentando la formación de milicias de civiles que se enfrentan a los rebeldes del FMLI.

La organización comprometida con la defensa de los derechos humanos aseguró, en una nota enviada a la prensa, que políticos locales de Cotabato Norte y de otras provincias del sur han suministrado armas y munición a civiles, en los últimos días.

El jefe de la policía nacional, Avelino Razon, confirmó que su departamento ha reclutado a voluntarios, entre los que distribuirá unos mil fusiles ametralladores y otras 12.000 armas de fuego.

La ONG apuntó que "el desarrollo de milicias civiles por parte del Gobierno puede desatar una cadena de represalias que sólo incrementará el peligro al que se enfrenta la población".

La policía filipina hace décadas que arma a civiles. En los 70, una importante milicia cristiana conocida como las Ilagas cometió asesinatos de musulmanes, con el beneplácito de la dictadura de Ferdinand Marcos.

Los musulmanes respondieron con la formación de un grupo de vigilancia civil, los Barracuda, que atacaban a cristianos.

"Mucha gente en Mindanao está aterrorizada ante la posibilidad de retornar al tiempo en el que los insurgentes musulmanes y las Ilaga cristianas atacaban a civiles con absoluta impunidad", ha alertado Amnistía Internacional.

La tensión en la región del sur del archipiélago resurgió hace dos semanas, cuando el Tribunal Supremo bloqueó la firma del memorando de paz, a raíz de las protestas de algunos políticos católicos de la zona, que rechazan dar una mayor autonomía a los musulmanes.

Desde entonces, al menos 112 personas han muerto y otras 150.000 han huido de sus hogares, a causa de los enfrentamientos que han librado el Ejército y los rebeldes del FMLI en las provincias de Cotabato del Norte y Lanao del Norte.

Mientras, el Gobierno y los rebeldes intentan imponer sus condiciones previas para volver a hablar de paz.

Ayer, el FMLI respondió con una negativa a la propuesta del Gobierno de renegociar el memorando de entendimiento sobre las demarcaciones del territorio autónomo musulmán.

También, se negó a entregar a los dos comandantes que lideraron la reciente matanza de decenas de civiles en las provincias de Lanao del Norte y Cotabato Norte, considerado requisito indispensable del Gobierno para volver a sentarse en la mesa de negociaciones.

Los dos jefes que el Gobierno reclama son Umbra Kato y Abdurahman Macapaar, que declaró la "guerra total" al Gobierno el miércoles pasado.

Fundado en 1984, el FMLI es la mayor organización separatista de Filipinas con más de 12.000 militantes, muchos de los cuales siguen combatiendo al Ejército, desobedeciendo las órdenes de la dirección del grupo.