El equipo de Hillary trabaja para que todos quieran a Obama

Estaba claro que, después de que Clinton y Obama se pasaran meses a la gresca, los partidarios de Hillary no iban a aceptar así como así que Barack Obama se convirtiera en el candidato demócrata a las elecciones del próximo 4 de noviembre. La senadora no sólo ha pedido el voto para Obama, sino que incluso ha formado un grupo para garantizarse de que todo salga según lo previsto.

Se trata de 40 personas del equipo de campaña de Hillary que trabajarán para que la convención de Denver escenifique la unidad del partido a la que han apelado tanto Clinton como Obama durante los últimos dos meses. Según la prensa estadounidense, un grupo de agitadores se encargará de acallar las posibles críticas al candidato demócrata. "Si hay personas que quieren el espectáculo, queremos estar seguros de que tendremos gente con símbolos a favor de Obama en frente de ellos", afirma uno de los miembros del equipo al blog político 'The Crypt'. El punto álgido de las críticas podría llegar esta noche, poco antes, durante o después de la intervención que realizará Clinton en el 'Pepsi Center' en Denver.

Lo cierto es que la pretendida fiesta familiar puede verse en peligro si los decepcionados seguidores de la senadora llevan a cabo sus amenazas y desobedecen la petición de Hillary de apoyar al que hasta hace tan sólo un par de meses era su adversario. Y más aún después de que se conociera que la ex primera dama no será la vicepresidenta. Las últimas encuestas reflejan que la dura batalla que libraron Clinton y Obama para convertirse en candidato demócrata ha dejado una profunda huella entre los electores de este partido.

Un sondeo realizado por The Washington Post revela que el 27% de los votantes de Hillary no tiene decidido a quién votará en las elecciones presidenciales del próximo 4 de octubre. Más preocupante es el porcentaje de 'despechados' que prefieren ver a McCain como nuevo presidente de los Estados Unidos antes que a Barack Obama: el 21% de los que en su día apoyaron a la senadora.

Actos de rebeldía de los votantes disidentes

A pesar de que las matemáticas son exactas y Obama tiene asegurada la proclamación como candidato demócrata, los seguidores acérrimos de Clinton tendrán la posibilidad de mostrar su desacuerdo en las urnas. Hillary ya ha anunciado que su voto irá para el senador de Illinois, un acto más en su campaña para demostrar que apoya la unidad del partido. Algo que para algunos se interpreta como un movimiento sincero y que para otros es casi un acto de alta traición.

Eso es lo que piensa una parte importante de los electores demócratas que forma parte de lo que ya se conoce como movimiento de 'los dieciocho millones de voces', en referencia al número de votos que Hillary obtuvo durante las primarias. Uno de estos grupos es el conocido como PUMA, siglas oficiales de 'People United Means Action' pero conocido como 'Party Unity, My Ass!'. En su web animan a los delegados de Hillary a mantener su voto como acto de protesta e incluso sugieren que una derrota de Obama el próximo noviembre sería la excusa ideal para que Hillary se convirtiera en la siguiente candidata de su partido.