Electra rumana dice que siente "suave caricia de sensaciones" hacia el mar

Mérida.-  La actriz rumana Mariana Presecan, que estos días interpreta a Electra en el LIV Festival de Mérida, ha afirmado que cuando actúa siente "una suave caricia de sensaciones" que le transportan al mar, de modo que, cuando sale en escena, se imagina que contempla las olas marinas.

En una entrevista concedida a Efe, ha señalado que esto es así gracias a la combinación entre el actor, que regala su alma, y el espectador, que recibe todos los sentimientos.

La actriz protagoniza la obra "Electra" dentro de la LIV edición del Festival de Mérida en el Teatro Romano, con una versión del director Mihai Maniutiu, que ha mostrado la tragedia clásica de Sófocles y Eurípides en versión rumana, y llena de tintes étnicos propios de la cultura del Este europeo.

Es una joven actriz de la escuela rumana que ha interpretado papeles en obras de Shakespeare, Camus y Molière, entre otros, y que forma parte desde 2005 del Teatrul National Radu Stanca, de la ciudad de Sibiu, que se ha encargado de la producción de la nueva versión de "Electra".

Ha señalado que el teatro es "un milagro" que adquiere vida en cada función, y que le sugiere la caricia del mar.

Se trata, según Presecan, de un "ir y venir" constante de las olas que, a veces, traen marejada y otras una tranquilidad "universal", ha añadido.

Cuando sale a la escena no espera recibir nada a cambio, aunque siempre se "carga de la energía" del público y del escenario, de modo que las piedras del Teatro Romano emeritense le otorgarán la energía de las "Electras" representadas desde hace dos mil años allí, aunque su interpretación "también dejará parte de su ser allí".

Mariana está encantada de estar en España, con una mirada sencilla y con los ojos bien abiertos admite una debilidad por Unamuno, Cervantes y por García Lorca, y, desde ahora, también por Mérida, una ciudad que "le pertenece por completo" y que ha pasado a formar parte de ella.

De la obra destaca el impacto que genera en los espectadores, y recuerda con cariño la función que interpretaron en Croacia, donde la Guerra de los Balcanes está "demasiado reciente" aún y los espectadores llegaron a reconocerse en algunos de los actos que aluden a la muerte y al drama humano.

Por esto, ha apuntado, consideraron la representación "violenta" y fue una experiencia que les impactó, y que ha aportado otras dimensiones a la obra, que hasta entonces no tenía.

Piensa que su papel aporta al espectáculo "el equilibrio y la fuerza", se trata de un personaje "complejo" que ha trabajado con "muchas ansias".

Del él destaca su masculinidad, ya que desde el comienzo tuvo la intuición de que Electra posee un temperamento masculino, a pesar de que las mujeres, en la antigua Grecia, eran una figura secundaria.

Las ansias de venganza que muestra su personaje durante toda la trama son consecuencia de la muerte de su padre, a manos de su madre y el amante de ésta, lo que le crea una obsesión que le obliga a mantener la misión de "hacer justicia".

Respecto a la actitud de ansiada venganza, explica que su personaje pasa, desde la oscuridad, a un estado de "catarsis", una vez que ha logrado su misión: librar la deuda de su padre.