La CIDH constata la practica sistemática de mal trato en las prisiones chilenas

Santiago de Chile.-  Un alto funcionario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) constató en cárceles chilenas "una práctica sistemática de malos tratos físicos", "un alto nivel de hacinamiento" y "condiciones de insalubridad extrema".

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(EFE)

El relator recorrió entre el 21 y 25 de agosto distintos recintos carcelarios del país y se reunió con autoridades de Justicia, gobierno y organismos no gubernamentales.

Así lo señala un informe difundido hoy en Santiago sobre los resultados de la visita realizada a Chile por el relator de la CIDH para personas privadas de libertad, Florentín Meléndez, quien ha urgido al Gobierno chileno a tomar medidas contra los abusos.

Meléndez llegó a Chile el pasado 20 de agosto, invitado por la presidenta Michelle Bachelet para hacer una inspección del sistema penitenciario chileno, criticado en algunos informes internacionales y locales.

El relator recorrió entre el 21 y 25 de agosto distintos recintos carcelarios del país y se reunió con autoridades de Justicia, gobierno y organismos no gubernamentales.

"La delegación observó con preocupación que en todos los centros de detención visitados en Chile existe un uso excesivo e innecesario de la fuerza y de los castigos, una práctica sistemática de malos tratos físicos por parte del personal de Gendarmería (Servicio de Prisiones)", consigna el informe del relator.

Añade que Chile tiene que tomar medidas para que estas situaciones, que no suponen tortura, terminen lo antes posible.

El abogado también consigna las condiciones de hacinamiento e insalubridad de ciertos penales y la existencia de "una práctica generalizada de registros corporales denigrantes y humillantes a las visitas, particularmente a mujeres y niñas".

"En los centros de detención operados por el Estado se observó un alto nivel de hacinamiento pocas veces visto en la región y condiciones de insalubridad extrema", recalca el informe

Precisa que las cárceles chilenas, incluidas las de mujeres y menores, demuestran precarios o deficientes" servicios de agua potable, alimentación, higiene y salud, así como pésimas condiciones de infraestructura y serias deficiencias o ausencia de verdaderos programas de readaptación social".

En el documento, el relator urge al Estado de Chile "a investigar y sancionar los abusos de autoridad y los malos tratos al interior de las prisiones y de centros de internamiento de menores de edad, a través de órganos independientes e imparciales".

Recomienda, asimismo, capacitar debidamente a los funcionarios de prisiones en materia de Derechos Humanos y el uso de la fuerza.

El diagnóstico es similar en lo que se refiere a las cárceles de mujeres de Santiago y Valparaíso, donde además destaca que falta atención médica especializada para éstas y sus hijos.

El informe reconoce, sin embargo, que los problemas que presenta el sistema estatal no se registran en los nuevos penales entregados en concesión a privados, "que ofrecen condiciones más dignas para los reclusos" y muestran importantes avances en sus condiciones sanitarias, de seguridad y en programas de rehabilitación y trabajo.

Meléndez también valoró la iniciativa de los centros de Estudio y Trabajo (Cets) para los reclusos, la habilitación de hospitales penitenciarios y las reformas legales como el nuevo Código Procesal Penal y la Ley de Responsabilidad Penal de Adolescentes.

Asimismo, el relator recuerda al Gobierno de Chile la obligación del Estado de garantizar el respeto irrestricto a los derechos humanos de todas las personas privadas de libertad en todos los centros de detención del país.